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Radiografía de Castrovilli


Castrovilli ha asumido con madurez que parte de la creación del juego pasa por sus pies / acffiorentina

El fútbol y la danza son, aparentemente, dos disciplinas que parten de un origen totalmente distinto. Dos líneas paralelas que, a la vista general, no se aproximan en ninguna ocasión. Esta opinión cambia el día que te encuentras con uno de los ‘escogidos’ por el fútbol. Esos jugadores que parecen flotar por encima del verde, que se desplazan por inercia, que deambulan por el rectángulo y ocupan el espacio de una manera casi mágica.

Gaetano Castrovilli tan solo tiene 23 años. Natural de Canosa di Puglia, ciudad del sur de Italia, dio sus primeros pasos en el mundo casi profesional de este deporte en Bari, a menos de 80 kilómetros de su casa. Y fue él mismo quien, hace escasos meses, declaraba en una rueda de prensa en Florencia que no entendía el fútbol sin la danza. “Y tanto que me gusta bailar. Cuando era un niño me apunté a una escuela de danza clásica, pero duré menos de un año. Cuando tengo algo de tiempo libre aún busco alguna escuela para poder ir a bailar”, declaraba.

La Fiorentina se hizo en posesión del centrocampista italiano en 2017 por 1,2 millones de euros, aunque ese mismo verano fue cedido al Cremonese de la Serie B. Allí solo supo demostrar aquello que era evidente, que él mismo ya predijo cuando apareció en un entrenamiento, siendo tan solo un niño, con la camiseta de Ronaldinho. Los números le avalaron: seis tantos y ocho asistencias con la camiseta gris y roja de ‘La Cremo’. Además de las cifras, Castrovilli demostró en todo momento que la categoría le quedaba pequeña. El salto a la Serie A era inminente.

Este pasado verano fue un sueño para el joven jugador. Vincenzo Montella, el mismo que acabó apostando por él, no lo tenía claro. Cuando todo parecía que saldría cedido por segunda vez, el ‘8’ de la Fiorentina se ganó un merecido puesto, no solo en la plantilla, sino en el once inicial. La continuación de esta historia ya la sabemos. Fútbol y danza. Danza y fútbol.

  • Las condiciones perfectos para marcar una época

Castrovilli es un jugador particularmente dúctil. En su etapa en el Cremonese, lo habitual era verle situado en el extremo izquierdo del ataque cuando el sistema se adecuaba a un 4-3-3, o incluso de interior tanto zurdo como diestro si se variaba al 3-5-2. Tal y como le observamos actualmente en el conjunto ‘viola’, parece que donde más a gusto se siente es jugando pegado a una banda, recibiendo, creando y driblando, pero si nos remontamos a sus inicios en categorías inferiores y Serie B vemos que su posición predilecta estaba mucho más encarada al centro, tanto cuando ejercía de pivote defensivo como de media punta.

Pocas jornadas después del inicio del ‘calcio’, Vincenzo Montella se atrevía a decir que si mejoraba su registro goleador, veía en Gaetano a un digno heredero de Giancarlo Antognoni, el ídolo fiorentino que defendió los colores durante quince temporadas. Palabras mayores. Castrovilli muestra con creces una calidad técnica extraordinaria, que se evidencia con la facilidad y la elegancia con la que controla el esférico y se deshace de los contrincantes.

Verle conducir el balón significa entender por qué danza y fútbol, una vez más, están conectados. Interviene tanto en las jugadas más posicionales como en las que requieren verticalidad. Realiza unos cambios de ritmo tan extremadamente veloces que resulta imposible quitarle el balón, impecable tanto en la protección del esférico como en el juego al primer toque. Juega bien de espaldas, se deshace de defensores gracias a su excelente manejo del cuerpo. Más elogios.

Encontrarle defectos parece incluso difícil. Aunque es bastante activo en el desmarque, sobretodo en la zona de tres cuartos del campo, es cierto que prefiere recibir el balón al pie antes que anticiparse o atacar el espacio. Su especialidad, sin duda, es asistir a sus compañeros. Todo son halagos para el joven que tenía como ídolo a Kaká.

  • Los datos le avalan

En favor de sus compañeros, la vida para Castrovilli es mucho más fácil desde que comparte eje con Erick Pulgar. El chileno llegó este verano pasado después de realizar una Copa América sobresaliente, tras completar una temporada en el Bologna magnífica, donde actuaba con total libertad en el doble pivote. El comportamiento agresivo y arrollador del chileno facilita la libertad y la creación de Castrovilli, que provoca un aumento del ataque fiorentino. Junto a ellos dos, Benassi y Badelj se disputan esa tercera posición en el centro del campo, el primero es actualmente el preferido con ‘Beppe’ Iachini y el segundo lo fue hasta la destitución de Montella.

Gaetano Castrovilli es el italiano que más regates realiza de toda Europa y el segundo de la Seria A, con 76 acciones. Solo está superado por Jérémie Boga, el centrocampista franco-marfileño del Sassuolo. Por detrás suyo están jugadores como Ilicic, Luis Alberto o De Paul. Datos de absoluto crack.

El italiano ha jugado 24 partidos con los ‘viola’, y en todos ha salido como titular. Tres tantos y dos asistencias en lo que llevamos de temporada cumplen con aquello que le pidió Montella al inicio del curso. Con un promedio de 54 toques por partido, crea alrededor de 3 ocasiones claras por partido y completa el 80% de los pases que realiza. En la faceta defensiva realiza dos entradas por partido y acierta en el 74% de los regates que realiza en la zona de contención. Gana la mitad de los duelos (más de ocho por partido), aunque no destaca por su prominencia en el duelo aéreo.

  • Los pretendientes no escasean

La genialidad de este caso viene dada porque es la primera temporada del jugador en la élite. Ha brillado, ha despuntado e incluso ha sido determinante en algunos partidos con tan solo 23 años, como el encuentro contra el Milan en San Siro, donde los ‘viola’ vencieron por 1 a 3, con gol del de Canosa di Puglia, el primero de la temporada. Ha suplido a la perfección la baja de Jordan Veretout.

Por todo esto, Inter de Milán y Nápoles se han interesado en hacerse con los servicios del italiano. Aunque Rocco Comisso, propietario del club, insiste en aclarar que Castrovilli es una pieza fundamental del proyecto de futuro, en el que se encuentran jugadores como Chiesa o Vlahovic, lo cierto es que será difícil retenerle. La Fiorentina ya le ha tasado en 40 millones de euros. El futuro es incierto, lo que no hay duda es que, en Florencia o lejos de allí, seguirá bailando al son del balón.

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