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¿Cómo encajaría Pjanic en el Barça?


Miralem Pjanic podría reforzar el mediocampo blaugrana

Hace unos días salía a la luz el rumor de una posible operación Pjanic – Barça.

Se habla de una operación compleja que incluiría dinero y jugadores, pero aquí no estamos para eso. Hoy vamos a analizar como encajaría el jugador bosnio en los esquemas culés.


Miralem Pjanic es un jugador consolidado en la élite. Ya en la Roma dejó muestras de que podría ser el faro que ilumina a un equipo potente, sin embargo, con su llegada a la Vecchia Signora’ despejó todas las dudas.

  • Evolución como jugador

En Francia empezó jugando de enganche por detrás del punta. Era un jugador talentoso con capacidad para unir lo que se fraguaba en medio campo con los que tenían que ganar partidos.

Pero llega a Roma y ¡voilà!, evoluciona a jefe de operaciones y todos los balones empiezan a pasar por él. Aprende a jugar viendo todo el campo de cara.


Sus primeros dos meses de curso con Rudi García fueron sobresalientes, mientras que en la segunda mitad de la campaña mantuvo sus buenas prestaciones en la mejorada Roma de Luciano Spalletti.


Se siente cómodo con ese rol y empieza a dibujar un fútbol difícil de parar. Falla pocos pases y apenas retiene el balón, no hay gestos de más. Si puede jugar a un toque lo hace. Si debe hacerlo a dos, también. Si debe practicar una pequeña conducción, igual. Su capacidad técnica se lo permite.


Pjanic tiene una obsesión con el esférico. Lee la jugada y baja o sube su posición para crear líneas de pase y participar en ella. Lo necesita. Además, tiene una gran habilidad para ocultarse a la espalda de la primera línea de presión, se hace indetectable para recibir sin marca.

Comienza a dar muestras de necesitar avanzar un paso más en su carrera, y la ocasión no se hace esperar.

  • Posición y rol actual

Aterriza en la Juventus de Turín y se consolida como pivote, gobernando el juego justo por delante de los centrales. Es allí donde pule uno de sus puntos fuertes: el pase vertical.

Ese pase que rompe una línea y que deja en ventaja a su equipo para concretar el ataque, unido a su lectura de juego y lo bien que gestiona cada posesión le convierten en el playmaker ideal de la ‘Vecchia Signora’. Un regista balcánico para dirigir a la mejor orquestra de Italia, ¿qué puede salir mal?


De la mano de Massimiliano Allegri se convierte en un centrocampista más completo. No es rápido ni fuerte pero es ágil en la finta y protege el balón como si la vida le fuera en ello.


Su claridad y su precisión para ejecutar marcan la diferencia. Suele destacar por ser el jugador que da el primer pase de la jugada que acabará en gol. Y es que en su pie derecho, Pjanic tiene un guante, golpea el balón de forma exquisita. Dueño de las faltas en Turín hasta la llegada de CR7, solo Messi (23) y Parejo (10) han marcado más goles de falta que él (9), en las últimas 6 ligas.

Y desde el punto de penalti, también es un seguro, ha anotado 10 de los 11 penaltis que ha lanzado a lo largo de su carrera.


El bosnio es un futbolista inteligente, muy dúctil. Ha sabido amoldarse a lo que le pide Mauricio Sarri, ahora abarca menos campo, pisa más zona rival y es más influyente una vez su equipo rebasa la línea divisoria.


Muestra de ello son estas imágenes que escenifican sus zonas de influencia:



De los 32 partidos que ha disputado esta temporada, en 30 lo ha hecho saliendo de inicio. Ha firmado 3 goles y regalado 4 asistencias dominando el juego en su campo (27,8 pases por partido en campo propio) y en el del rival (42,3 pases en campo contrario).


Pero también tiene carencias. Su transición defensiva es mejorable, sin balón sufre y es ahí donde los rivales encuentran la fórmula para hacerle daño. Presionando no es intenso, corre pero no es preciso y se desgasta. Prefiere defender el balón (basculando) y no al hombre.

  • Encaje en el Barça

Hacer encajar una pieza como Pjanic en el puzzle blaugrana requiere paciencia y análisis.

En un esquema (4-3-3) tan interiorizado en el club, Miralem podría sustituir a Sergio Busquets. Ambos son amigos de iniciar la jugada desde la base, de ser el timón. Pero Busi es un peso pesado. Traer al bosnio podría crear un conflicto con el que se quede sin jugar asiduamente, ya sabemos cómo va eso.


Sin embargo, otra posibilidad sería adelantar a Pjanic. Recuperar ese jugador talentoso que despuntaba en Francia como nexo de unión entre la retaguardia y la delantera. Con Busi cubriéndole las espaldas podría arriesgar más y ser más decisivo, ya que el bosnio, por naturaleza, es más influyente con balón que el catalán.


Pero hay un gran pero, el ritmo. De esta forma, seguiríamos viendo un Barça de ritmo cansado y trotón que domina en la competición doméstica pero que cuando viaja a Europa sufre con la electricidad rival.


En caso de no ser compactos y de no mantener las líneas juntas, el mediocampo dejaría muchos huecos a los rivales y defender a campo abierto no es precisamente el fuerte de este equipo.

La posibilidad que se me antoja más eficiente sería la de utilizar doble pivote. La inteligencia posicional de ambos sería el factor fundamental que haría que no se pisaran las zonas a abarcar. Pero aquí surge otro “problema”, Frenkie De Jong.


A De Jong le viene el doble pivote como anillo al dedo. Explotaría en esa posición. Es más anárquico, usa el medio campo como punto de partida, rompe líneas con facilidad y es menos ordenado, necesita a alguien al lado que le complemente. Con Busquets o Pjanic a su lado podría encontrarse y mostrar el fútbol que cautivó a Europa la temporada anterior.


Pero claro, una vez analizado esto, surgen preguntas.


¿Cambiaría el Barça el sistema para “adaptarse” a Pjanic, cuando no lo ha hecho con De Jong?


¿Es realmente lo que necesita el Barça o lo que necesita es un interior?


En el supuesto medio campo con doble pivote, ¿Arthur sería ideal como mediapunta? ¿O lo podría ser Leo?


Lo que parece claro, es que un centrocampista del nivel y gusto del bosnio, sería un buen refuerzo para el Barça y elevaría el nivel de la plantilla.


En definitiva, un jugador que podría ser un comodín muy útil para el conjunto culé, un creador de juego con rendimiento inmediato y que además tiene ese ADN Barça.


¿Por qué no?

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