El 17 de marzo de 1991 el Nápoles ganó 1-0 al Bari en San Paolo con un gol de Gianfranco Zola. Al término del partido, Maradona fue elegido para el control antidoping, que posteriormente daría positivo por cocaína. ‘El Pelusa’ fue suspendido por el Comité de Disciplina de la Liga italiana de fútbol hasta el 30 de junio de 1992. La FIFA extendió esta sanción a todo el mundo, por lo que el futbolista no podía jugar en ninguna liga.
Ante esta tesitura, ElPozo Murcia, equipo de la Liga Nacional de Fútbol Sala, intentó fichar al astro argentino. El 25 de abril de ese año, la prensa deportiva española se ilusionaba con la posibilidad de que Maradona recalara en el equipo murciano, uno de los conjuntos más importantes del fútbol sala mundial. ‘Mundo Deportivo’ anunciaba la oferta de 100 millones de pesetas por el entonces jugador del Nápoles, que había sido sancionado recientemente con quince meses de inhabilitación. "Puede ser un auténtico bombazo la presencia de Maradona en el fútbol sala de España. Nuestro club está dispuesto a pujar fuerte por este deporte y el argentino puede llenar los pabellones y además de ofrecer espectáculo, rentabilizaría su ilusión muy pronto", explicaba el entonces presidente del club charcutero, Eloy Jiménez.
Consulta a la FIFA
ElPozo Murcia veía en la contratación del jugador una oportunidad para elevar la fama de la entidad y consideraba que un fichaje de ese calibre otorgaría una gran visibilidad a la marca de alimentación ‘ElPozo’, que pretendía expandirse a nivel internacional. El interés del club murciano fue real, hasta el punto que, tal y como informó el mismo medio en su edición del día 27 de abril, los directivos de la entidad contactaron con la FIFA para solicitar información sobre la situación contractual del jugador y preguntar si podrían tramitar la ficha federativa en la federación de fútbol sala. Dicho periódico señaló que “Francisco Sánchez Sabater, intermediario del caso, ya se ha puesto en contacto con Enrique Torres, responsable de ‘Maradona Productions’ en Buenos Aires para informarle del interés del club murciano.
El argentino solicitó los siguientes datos:
a) Situación reglamentaria del fichaje y si FIFA lo autoriza.
b) Duración del contrato y fecha de incorporación al club.
c) Detalles de los ‘acuerdos de colaboración promocional y publicitaria’.
Pese a que la LNFS, que hasta el momento había sido un organismo independiente de la RFEF, acababa de firmar un acuerdo con Ángel María Villar para unirse a la federación española de fútbol, en cuanto a fichas federativas aún no existía una vinculación directa entre ambas instituciones.
La prensa deportiva italiana también se hizo eco de la noticia. El 25 de abril, en plena convulsión por la sanción del crack, el diario ‘La Repubblica’ dedicaba un fragmento a esta operación en una nota informativa en la que se hablaba de la voluntad de los aficionados napolitanos de brindarle un monumento al ‘10’ argentino:
"Mientras tanto, en España, el equipo de fútbol sala El Pozo de Murcia, habría ofrecido mil dos cientos millones (100 millones de pesetas) para contratar a Maradona el próximo año. “Hacemos esto para redimirlo y rehabilitarlo”, dijo el presidente del club, quien también confesó que todavía no tiene el dinero que promete."
Finalmente, la operación no llegó a buen puerto y el futbolista se refugió con su familia en su Buenos Aires natal. Una vez concluida la sanción, Maradona volvería a la Liga española para fichar por el Sevilla, donde militó dos temporadas.
Nunca sabremos lo que hubiera sucedido si, el que para muchos es considerado el mejor jugador de la historia del fútbol, se hubiera pasado al futsal durante el período en el que estuvo sancionado. Es lógico pensar que su aterrizaje en este deporte hubiera supuesto un ‘boom’ mediático sin precedentes. Sin embargo, el sueño murciano quedaría en una mera anécdota. Maradona decidió esperar y regresar al fútbol, pero nunca más volvería a ser el mismo.
Comments