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El fin del monoteísmo en Glasgow


Celtic y Rangers, históricos del fútbol europeo, en realidad son personajes antogónicos a los que les une la religión desde puntos diferentes

Cuántas veces hemos visto santiguarse a un jugador antes del inicio de un partido, o de saltar al campo tras una sustitución. Cuántas veces, al nombrar el estadio de nuestro club, nos hemos referido como ‘el templo’. Cuando hablamos de Dios, pensamos en el astro de Rosario que deja trazas de deidad por el verde del Camp Nou. San Lorenzo de Almagro es un magnífico club con una hinchada fiel, pero por encima de todo, es el equipo del Papa Francisco.

En cierta medida, el futbol se basa en creer. Creer en mi equipo, creer que cada fin de semana que entre al estadio, veré a once futbolistas ganar. Todo se resume en la devoción del individuo, tanto en el deporte como en la vida.

  • El territorio

Glasgow, situada a las orillas del río Clyde, es la ciudad más poblada en las Tierras Bajas de Escocia. Durante la época victoriana fue una de las ciudades reales del imperio británico, y más tarde se erigió como un gran puerto de comercio de transatlánticos durante la Revolución Industrial, tradición de astilleros. Y como buen territorio de tradiciones, el fútbol y sus rivalidades.

El derbi escocés por excelencia, y el de la ciudad de Glasgow, es el que enfrenta a Celtic y Rangers. No son dos clubes cualquiera. Además de ser los dos equipos más laureados en su país, son reconocidos a nivel europeo por su larga tradición e historia. El origen de esta rivalidad trasciende mucho más de lo mero futbolístico. Se trata de una enemistad que comenzó a gestarse en el siglo XVII y que estalló con la inmigración masiva desde Irlanda a finales del siglo XIX.

El elemento de diferencia entre ambos clubes, que sin lugar a dudas ha marcado gran parte de la historia, ha sido la religión. Rangers ha estado vinculado siempre a la comunidad protestante, mientras que Celtic tiene un origen irlandés, y son estas las únicas banderas que encontramos en Celtic Park, mientras que en el Ibrox Stadium podemos ver ondear la unionista. Ni rastro de la escocesa.

  • Los inicios

El nacimiento de los ‘Gers’ tuvo lugar hace 148 años, un 1 de marzo de 1872, en el West End Park, donde solían quedar Moses y Peter McNeil, Peter Campbell y William McBeath (“Los Guerreros”, que la traducción en inglés sería “The Rangers”). Prueba de sus lazos estrechos con el país, decidieron basar su uniforme en los colores de la bandera británica: camiseta azul, pantalón blanco y medias rojas.

El Celtic, por su parte, fue fundado como tal un 6 de noviembre de 1887, en la St. Mary’s Church Hall de Glasgow por Andrew Kerins, hermano del marista irlandés Walfrid, con el propósito de aliviar la pobreza en el este de la ciudad recaudando dinero para la organización benéfica que había creado Waldrid, ‘Poor Children’s Dinner Table’.

“Nada se compara a un Celtic contra Rangers, absolutamente nada. Podéis hablar de los partidos del Barça contra sus rivales en Madrid, pero creedme, ni se acerca. He jugado en ambas situaciones, así que sé de lo que hablo. No hay nada más grande que el derbi de Glasgow”. En 2009, Henrik Larsson dejaba estas declaraciones sobre el Old Firm Derby en el ‘Scottish Sun’.

  • El sectarismo

La rivalidad comenzó como algo amistoso, aunque fue aumentando a causa de las tensiones religiosas y políticas en la ciudad durante las décadas de los 20 y 30, y tuvo su efecto. Una afluencia de católicos irlandeses que se mudaron al este de la ciudad había llevado a una mayor competencia por el empleo y la vivienda, a lo que la población protestante no se mostró amable.

Esta división empujó a la comunidad católica, y por consiguiente al Celtic, a sentirse más cerca de sus orígenes irlandeses, mientras que Rangers y sus aficionados acercaban posiciones con el presbiterianismo. Este último club, por ejemplo, no fichó a ningún jugador católico hasta 1989. Por ello, la gran base de seguidores de los ‘Bhoys’ tiende a abogar por el republicanismo irlandés y el regreso de Irlanda del Norte a la propiedad irlandesa, mientras que los aficionados del Rangers tienden a desear que siga siendo parte del Reino Unido.

Ambos clubes han aceptado en reiteradas ocasiones que tienen un problema con el sectarismo, además de admitir que las aficiones de Celtic y Rangers han sido, en parte, culpables de la perpetuidad de la intolerancia cultural. A pesar de ello, han trabajado para tratar de eliminar y prohibir actitudes, cánticos y pancartas relacionadas con el odio. En 1996, el Celtic lanzó la campaña “Los Bhoys contra la intoleriancia”, mientras que Rangers lanzó su campaña anti-sectaria “Orgullo sobre prejuicio”.

Como parte de estas medidas de seguridad, actualmente los Old Firm se juegan siempre a mediodía. En 1999, durante el encuentro entre ambos equipos que decidía el título liguero, los aficionados locales y visitantes comenzaron a lanzar objetos y bengalas al campo, llegando incluso a alcanzar al árbitro del encuentro, Hugh Dallas. Fue en ese contexto en el que se implantó la medida de jugar en las horas centrales del día, para así evitar, sobre todo, las grandes ingestas de alcohol.

El 2012, el Rangers se encontraba oficialmente en bancarrota. El 23 de abril de ese año, después de que el club no solucionara los problemas económicos, la Asociación Escocesa castigó al club y a su presidente, y descendieron hasta la cuarta división. Tan solo les bastaron cuatro temporadas para volver a la cumbre del fútbol. Desde entonces, los aficionados al deporte hemos vuelto a respirar un poco más tranquilos. Tras peleas, tras diferencias, al final lo único que resiste siempre firme es la pelota, el verde y los 22 jugadores.

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