Albert Capellas es el actual seleccionador sub-21 de Dinamarca, pero su carrera ha pasado por muchos países y equipos distintos. Sus inicios en los banquillos fueron en el primer equipo del Gavà, que le sirvió como un “laboratorio” para sus primeras pruebas como él mismo explica en la entrevista. Después llegó a la Masia, donde desempeñó las funciones tanto de segundo entrenador del Barça B como de coordinador del fútbol base. A partir de ahí, el resto de su experiencia es labrada en el extranjero. Fue segundo entrenador en el Vitesse de Países Bajos, el Brondby de Dinamarca, y el Maccabi de Tel Aviv, hasta que en 2017 le llegó la gran oportunidad de ser el ayudante de Peter Bosz en el Borussia Dortmund. Hablamos con él sobre su trayectoria, su situación actual en Dinamarca, y cómo ha vivido sus etapas en clubes tan grandes como el Barça o el Borussia.
Con un currículum tan extenso, ¿estarás orgulloso de tu carrera, no?
La verdad es que tienes la sensación de que tus sueños se van cumpliendo. El primero fue el de poder trabajar en el Barça. Trabajé duro para ello y lo pude conseguir, y otro de mis objetivos era poder dedicarme al fútbol profesional y trabajar en Europa. También tener la posibilidad de jugar la Champions League, y pude estar en el Santiago Bernabéu, en Wembley… estadios muy bonitos para la gente que nos gusta el fútbol. Tengo más sueños por cumplir todavía. Quería ser primer entrenador, y ahora este año con la selección sub-21 de Dinamarca también lo he podido cumplir.
Como comentas, desde junio de 2019 eres el seleccionador sub-21 de Dinamarca. ¿Cómo llegó esa oportunidad?
Yo siempre hablo que el networking es muy importante. Conocer a gente y tener contactos es fundamental. Al principio de todo de mi etapa en el Barça, cuando yo estaba de coordinador del fútbol base, se presentaron unas personas de Dinamarca que al principio nadie las atendía. Yo intenté hablar con ellos, ser educado en definitiva. Pues mira, al final esas personas que en ese momento vinieron a Barcelona son las que después me llevaron al Brondby y luego me llamaron para trabajar en la Federación de Dinamarca como seleccionador. Al final es una secuencia de casualidades, aunque yo tampoco creo mucho en las casualidades, pero viene de una relación de hace muchos años.
¿Cuál es el objetivo actual de la selección sub-21 de Dinamarca?
El principal es clasificarnos para la próxima Eurocopa sub-21, que estamos inmersos en la fase de clasificación. Y después, por supuesto, ayudar al seleccionador para que todos los jugadores que pasen por la sub-21 puedan rendir al máximo porque ya tengan la mayoría de conceptos asimilados cuando lleguen a la selección absoluta.
Precisamente de formar talento joven para poder llegar al primer equipo saben mucho en el Barça, donde tú estuviste durante 11 años. ¿Qué es lo que más se aprende siendo partícipe del fútbol base azulgrana?
Que el talento y tener un buen scouting es lo más importante. Es lo que más aprendí en el FC Barcelona y es algo que ellos hacen muy bien. Encontrar y formar jugadores que tengan un buen dominio del balón, que piensen rápido, y también que tengan unos valores determinados como personas. Luego, por descontado, también aprendí de la manera de entrenar y la filosofía de juego, pero todo empieza por un buen scouting.
Esa filosofía de juego que ha dado tantos éxitos pero que parece que en los últimos años se ha ido diluyendo un poco. ¿Qué rumbo crees que debería tomar el Barça?
Bueno, yo no soy nadie para decir qué camino debe seguir el Barça, ya hay personas que se encargan de la línea estratégica del club. Primero hay que diferenciar el concepto de filosofía de juego con el de estilo de juego. La filosofía siempre se debería mantener, para mí es lo más importante, mantener la posesión de balón, saber jugar desde atrás, hacer muchas triangulaciones, intentar crear los mayores espacios posibles, presionar siempre hacia adelante, intentar recuperar el balón cuanto antes… todos estos conceptos estamos hablando de filosofía, y eso se debe mantener siempre. Ahora, en cuanto al estilo, hoy en día cada vez más los sistemas de juego tiene menos importancia y cada vez son más dinámicos. Hay mucha información, los entrenadores son más inteligentes, los jugadores saben interpretar mejor el juego y está todo mejor preparado. Esto requiere que los entrenadores tengan que ser creativos constantemente y eso provoca que los sistemas de juego cambien continuamente.
De la mano del ‘Chapi’ Ferrer llegaste al Vitesse de Holanda. ¿Cómo valoras tu primera experiencia en el extranjero?
La verdad que muy interesante. Es algo que buscaba desde hacía tiempo, y decidí salir del Barcelona de forma voluntaria buscando nuevos objetivos. Un reto muy importante, ir a un país donde no hablas el idioma, yo ni siquiera hablaba inglés en ese momento. Además ese primer año fue complicado porque luchamos todo el año para no descender y al final nos salvamos en el último momento. Fue muy interesante y me hizo aprender muchísimo. Yo siempre digo que la base de mi conocimiento es el Barça, pero donde realmente he crecido es cuando he salido a Europa y he podido conocer otras filosofías y otras maneras de entender el fútbol. Eso te obliga a repensar, a adaptarte y a abrir los ojos.
Allí en Holanda conociste a Peter Bosz, que luego te llamó para ser su mano derecha en el Borussia Dortmund en 2017. ¿Cómo se digiere la oferta de un club tan importante?
Se digiere con normalidad. Al final, el ser humano lo que quiere es progresar, intentar hacer cada vez las cosas mejores, y yo en mi carrera deportiva pues siempre he intentado ir progresando. Cuando me fui del Vitesse y me fui a Dinamarca, ese año fue el que habíamos trabajado juntos Peter Bosz y yo, y nos despedimos diciendo que algún día volveríamos a trabajar juntos. Así habíamos quedado. Somos muy amigos, entendemos el fútbol de una manera muy similar. Hemos hablado muchísimas horas sobre cómo deberían jugar y entender el juego los equipos de Peter Bosz.
Cuando se fue al Ajax no fue posible reencontrarnos, por distintas razones, pero luego ya en 2017 en el Borussia fue posible. Lo recibí con mucha tranquilidad, y siempre tocando con los pies en el suelo y tratando de hacer el mejor trabajo posible. Fue un periodo fantástico, donde viví el mejor momento de mi carrera, por cómo rindió el equipo los primeros dos meses en los que fuimos el mejor equipo de Europa. Pero también viví uno de los peores momentos, cuando tras perder unos partidos consecutivos nos destituyeron. Desde mi punto de vista, de una manera injusta, pero así es el fútbol y lo sabemos y lo aceptamos además. Es una de las etapas en las que más he aprendido, tanto de las cosas buenas como también de las malas. Como dice Guardiola, hay una línea muy fina entre el éxito y el fracaso, y nosotros vivimos eso de un momento a otro.
¿Crees que Peter Bosz está preparado para dar el salto a un equipo de los más grandes de Europa?
Sí, claro, sin duda. Ya estuvo en el Ajax, por ejemplo, al que yo considero como un grande de Europa. Y después de 20 años clasificó al equipo para una final europea, la final de la Europa League frente al Manchester United. En ese sentido, luego el Borussia Dortmund era un paso más en su carrera. Peter Bosz ha tenido mucho éxito en su trayectoria, en todos los clubes en los que ha estado, muchísimo éxito. Y porque tuviera un mes y medio malo o dos meses malo en Dortmund, eso no tiene por qué manchar su carrera. Él ha aprendido de todo eso, porque es una persona muy lista y muy inteligente. Ahora en el Leverkusen lo está haciendo muy bien, tanto el primer año como el segundo, incluso después de perder a Brandt, que era su mejor jugador. Ha vuelto a demostrar que es un gran entrenador y estoy seguro que volverá a tener la oportunidad de entrenar a un grande, más pronto que tarde.
Después de tu etapa con él, te marchas a China como segundo entrenador de Jordi Cruyff en el Chongqing Lifan, un país en crecimiento a nivel futbolístico. ¿Crees que la importación de técnicos europeos les permitirá, en unos años, acercarse a competir con el nivel de Europa?
La verdad es que si quieres llevar el fútbol de tu país a otro nivel te tienes que inspirar en donde está el talento, y el talento en el mundo de los entrenadores está en Europa. Los equipos de China han invertido mucho dinero en grandes entrenadores y también con grandes jugadores, pero el problema de China no está en la gente que pueda venir de fuera, sino que está dentro de China. Lo que deben hacer es realizar un plan para desarrollar el fútbol chino, este es el gran reto que tienen si quieren ser una potencia en el mundo del fútbol. El nivel del jugador chino no está al nivel de lo que se ficha. Jugadores muy buenos que vienen del extranjero y que tienen que enfrentarse a defensas con un nivel muy por debajo. Eso como entrenador te condiciona mucho también. Por ejemplo, la salida de balón es mucho más complicada, porque el nivel de los defensas no te permite hacerlo correctamente. Además, con el nivel de los delanteros que fichan del extranjero cualquier pérdida de balón es medio gol. Si quieres salir jugando pero sabes que tu defensa no va a saber hacerlo porque no tienen una buena base adquirida en el desarrollo del fútbol base… te condiciona muchísimo a la hora de desarrollar el juego.
Para acabar, dos preguntas más rápidas. Si tuvieras que elegir un equipo de la actualidad en el que fijarte y copiar su modelo, ¿cuál sería?
Pues uno sería Peter Bosz, por supuesto. Ya lo conozco, pero ese sería uno que recomendaría a la gente. También el City de Guardiola, claro, pero en este sentido estamos hablando de equipos que ya conozco y se muy bien de todo lo que hay detrás. Así que ahora mismo me quedaría con el Liverpool de Jurgen Klopp. Aunque piense de una manera muy distinta a como yo pienso, pero creo que hay muchos aspectos de su manera de entender el juego que me ayudan a pensar.
¿Cuál es el mejor jugador que has entrenado?
Sin duda alguna, Andrés Iniesta.