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Javi Martos: “Iniesta hacía lo mismo con 11 años que con 30”


Javier Martos es toda una institución en el Charleroi belga, donde ha disputado gran parte de su carrera

Entrevista a Javier Martos Espigares, exfutbolista de la Masia durante 12 temporadas y que llegó a debutar en Liga con el Barça de Rijkaard en San Mamés en la temporada 2005/2006. Tras pasar por el CSKA Sofia, el Girona, el Málaga B y el Iraklis de Grecia, Martos llegó al Charleroi belga, donde tras 8 temporadas y media se convirtió en el segundo futbolista con más partidos en la historia del club. En enero de 2020 volvió a España para jugar en el Andorra de Piqué, y tras el confinamiento fichó por el equipo de su pueblo, el AE Prat. Hablamos sobre su trayectoria, su experiencia con futbolistas de la talla de Andrés Iniesta, Messi, Puyol y compañía, sus problemas en su primera etapa en el extranjero, y muchos otros temas.

Primero de todo, ¿cómo ha sido la vuelta a la dinámica de entrenamientos después de tantos meses parado?

La verdad es que un poco complicada, en el sentido de que los años no perdonan. Cinco meses sin jugar, desde mitad de marzo encerrados y aunque entrenas, lo haces solo y sin balón. Cuando vuelves a entrenar el balón es cuadrado [risas]. Es complicado también a nivel articular y nivel musculatura, por eso las pretemporadas ahora se están haciendo más largas. Pero es lo que hay, nos tenemos que adaptar y sobre todo para prevenir lesiones.


Empezamos a hablar de tu carrera. Estuviste 12 años en la Masia, y tras tu largo paso por el fútbol base llegaste a debutar en partido oficial con el primer equipo del Barça. ¿Qué siente un jugador de la cantera que debuta tras tantos años en el club al lado de futbolistas como Eto’o, Ronaldinho, Iniesta, Xavi o Messi?

La realidad es que es un sueño. Vas pasando años, te vas formando y vas aprendiendo, y evidentemente el sueño es llegar allí arriba. Te adaptas un poco porque los últimos meses ya estaba entrenando con ellos, y al final el “choque” de debutar se hace menor porque al final son personas normales. También vives la experiencia de estar en un partido oficial, estar en un estadio con tantas personas… te impacta pero estás como una nube. El día que tienes que saltar al campo te tiemblan las piernas, pero el momento en que pasas la ralla del campo y entras a jugar, se te olvida todo y no tienes la percepción de estar rodeado de tantas personas y te limitas a jugar al fútbol que es lo que llevas haciendo toda la vida.

Martos era uno de los jugadores fundamentales en el Barça B de la época

Después de estar tanto tiempo en el Barça y de debutar con el primer equipo, ¿por qué no se da la oportunidad de continuar en el club?

Mi función en el fútbol base siempre había sido central, pero cuando llegas al Barça C o Barça B, con 1’78 de altura te dicen que o eres un “animal” como Puyol, o de central no puedes jugar. Entonces te empiezan a adaptar de pivote o de lateral derecho, y en esas posiciones tienes un ciclo en el primer equipo que te va muy bien. Tu oportunidad puede ser ser un lateral suplente o tener un rol secundario, pero un jugador como Belletti mete ese gol en la final y renueva, y ves que tienes 22 años y que tu paso por el filial está tocando a su final y en el primer equipo te dejan claro que no vas a tener minutos. Entonces buscas una salida, te llama un equipo que juega Europa League y se interesa por ti, y al final tomas una decisión que es de lo que se trata.


¿Y cómo fue tu primera experiencia en el extranjero?

Personalmente fue muy mala. Ahí fue donde si quería ser futbolista tenía que dar un paso adelante o tirar la toalla. Yo tuve 5 días de vacaciones desde el partido que debuto en San Mamés hasta el día que jugué la primera ronda de la previa de la Europa League. Te vas a un lugar donde el alfabético es distinto, yo no hablaba nada de inglés ni otro idioma y no tenía ningún compañero que hablara castellano. Me fui a un país muy distinto, más soviético, un clima muy frío en invierno, etc. Vienes acostumbrado a un club y un estilo de fútbol muy marcado, donde lo tienes todo en el Barça, y te pasas a un equipo donde el campo no estaba tan bien, los vestuarios eran peores… la vida real. Lo pasas mal, sobre todo cuando no puedes entenderte con los compañeros y eso te frustra mucho tus relaciones sociales. Además, no te entiendes con el entrenador, y al final prefiere poner a un búlgaro que puede pedirle tres cosas y hacerlas bien, y a ti te va a decir que le pareces un buen jugador pero que vas a jugar menos porque no sabe como comunicarte contigo porque él solo habla búlgaro y tú solo español.


Allí no acabaste la temporada, y en el mercado de invierno fichas por el Girona, en una temporada que estaban en Tercera División, y conseguís el ascenso a Segunda B. ¿Cómo viviste esa etapa en el club gerundense, y qué valoración tienes sobre el desarrollo del equipo, que ha llegado incluso a Primera División?

En aquella época yo solo quería jugar. Me daba todo igual, incluso ir todos los días desde El Prat a Girona a entrenar. Quería minutos, bajo mi punto de vista era un proyecto ganador y con un staff técnico que me parecía que podía aprender mucho de ellos. Se hicieron buenos refuerzos de invierno y subimos en el play off. Al final, era un equipo que por presupuesto, instalaciones y estructura merecía estar mucho más arriba.

En Grecia gozó de protagonismo pero la gran crisis económica del club le obligó buscar una salida

Tras esta media temporada te marchas al Málaga B, donde juegas una temporada, y te vuelves a ir fuera, al Iraklis de Grecia. ¿Qué destacarías de tus dos años en Grecia?

En el Málaga jugué muy bien, de pivote. Tuve la suerte de que Ángel Pedraza, que en paz descanse, fue mi entrenador en el Barça y es él el que me llama, junto a Rodolfo Borrell, que era su asistente y ahora es asistente de Guardiola en el City. Me llaman para jugar de pivote, para ser ese mediocentro tipo Busquets, para que nos entendamos. Allí acababa de llegar de presidente un cantante muy famoso, como podría ser Alejandro Sanz aquí. Invirtió en el club y se hacen varios fichajes. Lo que pasa es que el segundo año estuve casi los 10 meses sin cobrar. Me ofrecieron quedarme pero sabes que al final lo que te intentan vender es humo, y llega un punto que llegas a una situación crítica porque los gastos de alquiler, etc., los pagas tú, y te tienes que buscar la vida.


En 2011 llegas al club en el que te consagraste definitivamente en el fútbol profesional: el Charleroi, de Bélgica. Un equipo que estaba en segunda división después de 26 años, y lográis el ascenso esa misma temporada. ¿Cómo fue tu llegada y tu consagración en el equipo belga?

La verdad es que cuando llegamos el equipo también estaba en una situación muy muy complicada. Pero yo quería ser futbolista y miraba poco el dinero, con llegar a fin de mes me bastaba. Al subir a primera división hay un cambio de directiva y los nuevos propietarios empiezan a hacer las cosas muy bien y a ordenar muy bien los números. Todavía siguen a día de hoy, de hecho, y ya se puede ver que el Charleroi es líder actualmente. Es un proyecto hecho a largo plazo y que está funcionando.


Allí estuviste 8 temporadas y media, en las que has llegado a ser el segundo jugador con más partidos en la historia del club. Tu despedida fue por todo lo alto y con toda tu familia presenta, imagino que eso es todo un orgullo, ¿verdad?

La verdad es que sí. Es un club que me lo ha dado todo y que apostaron en mí cuando yo estaba en una situación complicada. Entendí muy bien la filosofía del club y pude aprender mucho como jugador y mejorar. Quitando los dos primeros años que jugué de lateral y pivote, ya pasé a jugar en mi posición, central. No se si han sido 300 y pico partidos en 8 temporadas y media, y el que más partidos tiene lo hizo en 15 o 16 temporadas. Es un club que te vincula a nivel sentimental, donde se quedan tus mejores recuerdos como jugador de fútbol y donde dejas a muchos amigos.

Martos disputó un total de 294 encuentros con la camiseta del Charleroi

Me gustaría preguntarte sobre tu último equipo, el Andorra FC de Piqué. ¿Qué techo le auguras al proyecto?

La mentalidad es en los próximos 4 años llegar a una categoría profesional. Las bases y los cimientos son muy buenos, la filosofía es muy buena, la gente que lleva el timón tiene las ideas muy claras. Es un proyecto que se está construyendo con una filosofía con ADN Barça, pero es muy difícil construir un proyecto desde prácticamente cero. Hay mucho profesional detrás de todo el proyecto, y el techo el tiempo lo dirá. Las cosas se están haciendo muy bien, y yo creo que lo veremos en el fútbol profesional pronto.


Ahora has vuelto a tu casa definitivamente, al AE Prat de Pedro Dólera. ¿Está Javi Martos pensando en la retirada, o todavía le queda cuerda para rato?

La verdad es que no lo se, eso el fútbol te pone en tu sitio. Llegó un punto que cuando te vuelves para casa solo te mueves con proyectos que te motiven. La motivación en el fútbol lo mueve todo. Y ya hacía tiempo que me apetecía jugar en el equipo de mi ciudad, compartir vestuario con el cuerpo técnico de ahora, creo que puedo aprender mucho y que tengo margen para mejorar, dentro de que las condiciones físicas no son las mismas con 36 años que con 25. Nos enfrentamos a un reto muy complicado pero muy bonito, con un proyecto muy humilde y una plantilla muy joven. Espero disfrutar mucho, y mi límite lo pondrán mis piernas, cuando ellas digan “basta”, pero de momento la cabeza tiene ganas de seguir.


El defensa jugará la temporada que viene en el AE Prat del Grupo III de 2ª B / Oscar Yeste

Última pregunta: Si tuvieras que quedarte con un jugador con el que hayas jugado, ¿a quién elegirías?

Iniesta [sin dudar].


¿Antes que, por ejemplo, Xavi u otro de los futbolistas de aquella plantilla del Barça?

Sí, porque con Iniesta he tenido la suerte de jugar durante 7 u 8 temporadas en el mismo equipo. Somos de la misma edad, los dos del 1984, y cuando él llegó del Albacete empezó a jugar en el Infantil en el que yo estaba. Compartí muchísimas cosas con él. Es el típico jugador que además de ser el mejor también le ves la humildad y lo buena persona que es. Le ves hacer cosas que nunca le he visto hacer a nadie. Por ejemplo, Messi estuvo conmigo en el Barça C durante 6 meses y él se ha ido puliendo con el paso del tiempo. Iniesta hacía lo mismo con 11 años que con 30. Es un chico que siempre desde niño ha sabido tomar las decisiones correctas, saber cuando regatear y cuando no…

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