Javier Espinosa repasa su carrera futbolistica desde su etapa formativa hasta la actualidad y es que el de Talavera de la Reina pese a tener solo 27 años cuenta con un extenso curriculum: Barça B, Villarreal, Almería, Elche, Levante, Granada y Twente.
Ahora, una vez finalizada la Eredivisie por el Coronavirus buscará nuevos retos en otro club.
¿Qué tal Javi? ¿Cómo va todo? ¿Cómo has pasado el confinamiento?
En Holanda el confinamiento ha sido un poco peculiar porque no ha sido un confinamiento en sí, ha sido voluntario y bueno… la gente ha estado como si nada, prácticamente no ha habido ninguna diferencia.
¿En el plano deportivo como has llevado la decisión de acabar la liga?
Desde el primer momento, el preparador físico nos dio unas pautas a seguir y se podía salir a hacer deporte así que no había problema para salir a correr o hacer ejercicio en algún parque. Después empezamos a entrenar en grupo hasta que finalmente se canceló la Liga y seguimos entrenando un par de semanas más.
¿Qué te ha parecido la decisión de acabar la Eredivisie?
Yo siempre lo he dicho, creo que ha sido excesiva porque dada la gente que había en la calle, el ambiente y todo, era excesivo como para no poder jugar a fútbol.
Y ahora que ha vuelto la Bundesliga y que van a volver las grandes ligas europeas, ¿crees que se han precipitado cancelando la Eredivisie?
Sí porque incluso vemos como en Francia también se arrepienten de haber tomado una decisión precipitada. Yo creo que ha sido exagerado, quizás con un poco de paciencia y viendo cómo evolucionaba todo se hubiera podido acabar la liga.
En 2006, con 14 años, juegas un torneo en la Costa Brava con el Real Madrid… ¿cómo sucede eso?
Fue un poco raro, antes de jugar ese torneo ya había jugado con el Madrid pero iba y venía de Talavera y era muy difícil porque llegaba muy tarde y al final era difícil. Volví a jugar ese torneo pero tenía detrás al Barça, me decidí a ver La Masía, viajar allí y todo, y al final decidí ir para allá.
El mundial sub17 con Isco, Sergi Roberto, Muniesa, Morata, fue una bonita experiencia y la disfruté al máximo
¿Qué te hizo decantarte por el Barça?
Me atrajo la idea de cómo era todo aquello, una familia, todo muy acogedor, la gente espectacular, luego también era el momento del boom de La Masía, mucha gente de la cantera llegaba al Barça y la verdad es que me pareció un reto muy bonito de hacer.
¿Qué recuerdo tienes de esa etapa de fútbol formativo en La Masía?
Solo tengo buenos recuerdos, al principio fue un poco difícil porque separarte de la familia no es fácil pero una vez que te acostumbras a estar allí, y como te he dicho éramos como una familia, el recuerdo es muy bueno. Mis padres venían cada 15 días a visitarme, al final todo eso me ayudó bastante y la gente allí era espectacular.
Siendo juvenil disputas el Mundial de Nigeria sub17 con jugadores de la talla de Neymar, Son, Götze e incluso marcas un gol en Octavos. ¿Qué recuerdo tienes de ese Mundial?
Si, lo recuerdo. Fue un Mundial difícil de explicar, en Nigeria, con mucho ejército en la calle, un poco extraño pero fue un Mundial muy bonito donde disfrutamos mucho y con jugadores como Isco, Sergi Roberto, Marc Muniesa, Morata… teníamos una selección bastante maja y bueno quedamos terceros, fue una bonita experiencia y la disfruté al máximo.
¿Con jugadores de ese nivel, que falló para que ese Mundial no se viniera para España?
Bueno al final es difícil, nos eliminó Nigeria en semifinales y recuerdo que tenían un equipo muy fuerte y poderoso físicamente y nosotros no lo teníamos eso.
Aun siendo juvenil, debutas en Segunda División con Luis Enrique y lo haces a lo grande. ¿Cómo fue ese debut?
Recuerdo que fue un debut con gol, lesión… en el mismo gol me lesioné del gemelo aunque con la emoción del gol apenas lo sentí pero al día siguiente estaba en el entrenamiento que no me podía mover y dije, ¿qué ha pasado aquí? Fue un poco de todo, bonito porque al final te ves ahí que estás tocándolo con las manos y encima debutar con gol fue impresionante.
Con el Barça B disputaste más de 100 partidos pero no llegaste a debutar oficialmente con el primer equipo, ¿es una espinita clavada que se te queda?
Sí, totalmente. Fueron tres temporadas y un poco más que estuve en el Barça B y como te digo, estás ahí, tocándolo con la yema de los dedos, que entrenas, que haces pretemporadas, que ganas Copas Catalunya con ellos y que no puedas debutar, al final es una espinita que se te queda.
Con Pep Guardiola sí que debutaste con el primer equipo, en un amistoso en la Audi Cup, ¿cómo fue la experiencia de estar en ese vestuario con todas las estrellas?
Bueno aunque no fuera oficial, pues es un logro. Es un recuerdo magnífico porque al final estás conviviendo con los mejores jugadores del mundo. Lo recuerdo con mucha normalidad, gente muy normal, muy sana, que te ayudaba mucho, la mayoría había pasado por La Masía y ya sabían lo que podíamos sentir.
¿Te das cuenta cuando sales, que lo que vives en el Barça es una burbuja, que no es real?
Sí, sí. Además, esta temporada he tenido a Oriol Busquets de compañero y se lo dije. No es lo mismo, tranquilo, al final intenté un poco guiarle, por supuesto que estar en el Barça es lo mejor del mundo, y rodearte de los mejores y jugar con ellos es más fácil que salir del Barça e intentar acoplarte a otros estilos.
Descender es lo peor que me ha pasado, es un gran palo
De ahí, acabas saliendo y fichando por el Villarreal donde curiosamente disputas más partidos de Europa League que de Liga. ¿Por qué crees que se dio esta situación?
Bueno, al final son muchos partidos que hay para una plantilla, teníamos 2 partidos cada semana y las rotaciones fue lo que provocó eso. Sí que es verdad que al míster yo no le gustaría lo suficiente y tuve que salir ese invierno.
Llegas a Almería donde tras un final de temporada nefasto, acabáis descendiendo. ¿Cómo explicarías la sensación que siente un futbolista al descender?
Es lo peor que me ha pasado hasta ahora, porque aparte de que creo que teníamos equipo para más, para no descender, ves como una afición, una ciudad que tiene muchísima ilusión por estar ahí y competir con los mejores... te das cuenta de que todo eso cambia y de que un día para otro no lo tienes y es un gran palo.
Fichas por el Levante y ese año arrasáis, liderando desde la jornada 3 y ganando la liga a 6 jornadas del final. ¿Qué es lo que funcionó tan bien para mostrar esa superioridad en una competición tan complicada como es la Segunda División?
Fue un año fácil entre comillas porque fuimos todo el año primeros pero no fue fácil, todos los partidos fueron muy igualados, muy disputados. Pero sí que es verdad que había un equipo que éramos como una familia y que confiábamos en lo que estaba pasando.
Al final, después de ese ascenso, acabas saliendo y volviendo a Segunda con el Granada. ¿Te dolió ascender y tener que jugar un año más en Segunda División?
Sí, la verdad es que fue un palo duro. Al final, yo llego al Levante con la intención de ascender y de poder hacerme un sitio allí en Primera División y el míster durante la temporada era el que decía que no habría que hacer muchos cambios, que era un equipo diseñado para Primera División y al final entre una serie de cosas, toca marchar, no te dan la oportunidad o igual no di el nivel para ello y es un palo muy duro. Pero bueno al final es lo que hay y tienes que adaptarte a todo lo que viene.
Finalmente, decides buscar nuevos retos, salir de España y te decides por un histórico holandés como el Twente. ¿Qué te llama la atención para aceptar esa oferta?
Bueno, hablando con mi gente cercana, les transmito eso, que estoy un poco frustrado, que estás tocando con las manos jugar en Primera y no te dan la oportunidad o no me lo merezco y me apetece empezar una aventura en un país que se pueda adaptar a mí, a mi juego, a mis habilidades y en cuanto llega lo del Twente, me hace dudar lo de estar en Segunda pero era todo un reto llevarlo a la Eredivisie y poder jugar allí al máximo nivel.
Allí te va todo rodado, ganáis la Segunda División, ascendéis. Si tuvieras que quedarte con un ascenso a nivel de sensaciones, en lo futbolístico, afición… ¿con cuál te quedarías: Levante o Twente?
Con los dos. No te podría decir uno, son diferentes. La afición del Levante es espectacular aunque la del Twente está un poco más loca, lo vivieron más y era todo una locura pero no me podría quedar solo con uno porque disfruté los dos muchísimo.
En el Twente coincides con varios españoles: Pleguezuelo, Busquets, Cantalapiedra… ¿Se hace más fácil convivir en un país extranjero cuando estás rodeado de gente de tu país?
Sí, sobre todo el año pasado que yo llegaba nuevo, es algo que te hace decidir. Dices hay 3 o 4 españoles pues bueno vamos para allá que no vamos a estar solos y te van a ayudar a adaptarte al fútbol holandés.
Y con todo esto del coronavirus, parece que no vas a seguir en el Twente… ¿es una decisión tuya, del club, consensuada?
Tenía un año más opcional, ejecutable por las dos partes y justo después de suspenderse la liga nos sentamos a hablar. Me comentaron que las condiciones del contrato no se podrían mantener y no podía aceptarlo.
¿Y dónde veremos a Javier Espinosa el año que viene? ¿Lo podremos disfrutar en España?
No lo sé, ojalá que así sea, pero no lo sé. Los equipos ahora no están pendientes de fichar sino más de jugar y de acabar la temporada, saber dónde van a estar y ahora mismo decirte que voy a estar en España es difícil, ojalá. Aunque si no puede ser en España, estoy abierto a todo. Donde yo crea que voy a estar mejor, allí estaré.
Para acabar, vamos con unas preguntas rápidas.
¿Qué sentiste la primera vez que volviste al Camp Nou como rival?
Me acuerdo de ese partido, fue con Sergi (Barjuan) ya, lo disfruté mucho aunque perdimos 4-1 o así pero fue un partido que me hizo mucha ilusión de jugar.
Estando en el filial, sobretodo, ¿cómo llevaste esa comparación con Iniesta? Por la forma de jugar, ser manchegos los dos…
Bueno, más que nada era un halago. Tanto yo como todo el mundo sabe la distancia que había entre uno y otro pero que te comparen con Iniesta siempre es un halago.
¿Cuál es el momento más especial de tu carrera?
Tengo muchos. Quedarme con uno sería difícil. Los dos ascensos han sido muy bonitos, el cariño que me llevé de Almería a pesar del descenso, el debut con el Barça B… Al final decirte uno es muy complicado.
¿Eres de los que guarda las camisetas después de los partidos?
Suelo intercambiar pocas, tengo contadas. Prefiero regalarlas a la familia y a los amigos que al final son los que lo disfrutan más. Las que sí que tengo por ejemplo son las de Valerón, Iniesta, gente que es top y que me ha marcado.
¿Un entrenador de los que has tenido?
También es difícil. Si me quedo con uno, me quedo con García Pimienta. Lo tuve en el Juvenil, me ayudó mucho, en cadetes también. Te podría decir Oscar García, que coincidimos en el Juvenil A y también te podría decir Sergi Barjuan de cuando estuvimos en Almería.
¿Un estadio donde hayas jugado que te haya impresionado?
El De Grolsch Veste del Twente, ha sido una maravilla jugar, el ambiente allí era espectacular. El Juegos del Mediterráneo y el Ciutat de València también son estadios muy bonitos y merece la pena jugar allí.