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Entrevista a Marc Muniesa: “Cuando me rompí la rodilla supe que había perdido el tren del Barça"


Muniesa reconoce que la victoria contra el Madrid fue uno de los mejores partidos de su carrera / Europa Press

Marc Muniesa, actual jugador del Al-Arabi de Doha, recuerda con especial ilusión su llegada al Barcelona, siendo tan solo un niño. Nacido en Lloret de Mar, tuvo que separarse de su familia y sus amigos durante un tiempo, todo por alcanzar su sueño que, tal y como admite, “era debutar con el FC Barcelona”. Abandonó Can Barça y se marchó a Inglaterra, al Stoke City de Mark Hughes, donde maduró y creció como futbolista. Hace tan solo un par de años regresaba a Girona para manejar desde el eje de la defensa un equipo que se convirtió en historia. Ahora disfruta del fútbol en Catar, donde le gustaría vivir en primera persona el Mundial para el que se prepara el país.


Primero de todo, ¿qué tal por Catar?

Sí, aquí estamos bien, la familia está de lujo, tanto la de aquí como la de Lloret de Mar, que es de donde soy. Por esa parte muy contento porque todos están sanos, alguno ha pasado el virus pero está bien, así que no nos podemos quejar. Sólo queda esperar a que pase esto para poder volver a la normalidad.

Actualmente estás en el Al-Arabi, club de la ciudad de Doha. ¿Cómo surge esta oportunidad en Catar?

Yo estaba en Girona haciendo toda la pretemporada y en ningún momento pensaba en salir. Quería conseguir allí el objetivo, que era volver a subir a Primera División, pero a la misma vez te van llegando cosas, y eso hace que la cabeza te dé vueltas. En uno de los partidos que jugamos en la pretemporada, que fue contra el actual equipo en el que estoy, Jordi Condom, con el que coincidí en las categorías inferiores del Barça, me comentó la idea. Con la familia valoramos qué era lo más adecuado y al final todo compensó, y nos fuimos a la aventura. Hablé con Xavi Hernández, que es míster del otro club de Doha, y me lo pintó muy bien. Además, de cara al Mundial, el proyecto que está haciendo el país es muy interesante y me gustaría vivirlo en primera persona.

¿Ha sido difícil llegar a un país lejano en cuanto a cultura, pero sobre todo a nivel futbolístico?

A nivel de vida bastante bien. No esperaba encontrarme como nos hemos encontrado, la familia se ha adaptado bien y los niños en el colegio también, que eso era lo más importante y donde teníamos un poco más de miedo, pero hay mucha gente de todo el mundo aquí y es muy fácil adaptarse. Hay una gran diferencia entre el fútbol europeo y el asiático, pero está en crecimiento. La selección de Catar ganó la última copa de Asia a equipos como Corea, Japón o Arabia Saudí, que en teoría son las grandes potencias aquí. La liga sí que tiene un menor nivel, pero cada equipo tiene cinco extranjeros y hay jugadores de mucho nivel, como Brahimi, Mercado o Héctor Moreno. Cada vez vienen más jugadores para potenciar un poco el nivel aquí, y que de cara al Mundial los jugadores nacionales estén preparados.


Muniesa firma por el conjunto catarí en agosto de 2019 / Al-Arabi

Si repasamos tus inicios en el fútbol, comienzas con 8 años jugando en Lloret de Mar, el pueblo donde naciste. A los 10 años recibes la llamada del Barcelona, ¿qué supone esto para un niño tan joven?

Yo empiezo a jugar en la Peña Barcelonista de Lloret, porque tanto mi abuelo como mi padre son socios del Barça de toda la vida. Estuve allí cinco años jugando hasta que recibimos la llamada del Barça. Siempre recordaré que mi padre cogió el teléfono, le dieron la noticia y se derrumbó a llorar, porque quieras o no es gratificante. Luego empiezas a pensar los sacrificios que tienes hacer. Yo era el primero de la ruta al que recogían, luego pasaban a por otros como Héctor Bellerín o Sergi Gómez e intentábamos llegar a tiempo para entrenar. Dejas un poco de lado a tu grupo de amigos porque tienes que ir a entrenar, a tu familia la ves poco y tienes que hacer los deberes en el taxi que nos llevaba. Lo hacía todo por el fútbol.


"En la entrada de mi debut no voy por detrás. Voy abajo, muy rápido. Yo creo que era para amarilla pero Rubinos Pérez interpretó que era de roja"

Tras siete años en las categorías inferiores y siendo tu aún juvenil, en mayo de 2009 Guardiola te llama para ir convocado con el primer equipo. ¿Cómo son los días previos a tu debut?

Yo tenía 17 años cuando me llamaron, pero antes estaba en el Cadete A con 15 años y jugaba con los Juveniles de División de Honor. En ese entonces Guardiola estaba en el Barça B y me echó el ojo. Me rompí la rodilla y al volver, no sé si me quiso premiar para que siguiera motivado pero me dio la oportunidad de debutar. Recuerdo que me llamó Álex García, entrenador del Juvenil A, y de un día para otro me dijo que tenía que ir al Camp Nou a entrenar, y me colgó. Yo me quedé en shock y le volví a llamar porque no sabía donde tenía que ir, no sabía dónde estaban los vestuarios, por dónde tenía que entrar, etc. Fueron unos días espectaculares. El día de antes del partido no pude dormir de los nervios y de la tensión, era un chaval de 17 años que iba a estar jugando en el mejor Barça de la historia. Fue un sueño. Esa semana, esos días, tanto para mí como para mi familia, será algo que no olvidaremos nunca.

El debut parecía perfecto: penúltima jornada de liga y un Barça ya campeón. Pero a la media hora de entrar en el campo te expulsan con roja directa. ¿Crees que fue injusta la tarjeta? Te marcó mucho esa acción?

Fue una jugada en un contraataque, pegada a la banda y casi tocando la línea, y yo hago la entrada de cara al público. En ese momento veo a la gente jalearme, como diciendo que ha sido una buena entrada, muy fuerte para ser un chaval de 17 años. Sí que es verdad que la entrada es muy rápida y fuerte, pero yo creo que para amarilla está bien. No voy por detrás, voy abajo muy rápido. Rubinos Pérez interpretó que era para roja. Yo en ese momento no pensé en que me habían expulsado, sino que se me había hinchado la rodilla, justo de la que venía de lesionarme, quizá de los nervios y la tensión. Sí que da rabia, pero después en la celebración estuve muy contento, me alegré muchísimo porque pude jugar media hora en el Camp Nou y eso es lo que me llevaré. Le das vueltas porque piensas que el siguiente partido es en Riazor, que lo podría haber jugado, pero por estar expulsado perdí esa oportunidad.

A los pocos días vas convocado para la final de la Champions de Roma. ¿Qué sientes en ese momento?

Acaba el partido del debut y no sabía qué iba a pasar, pensaba que iría antes gente del B que yo. Guardiola confiaba mucho en mí y me dio la oportunidad de viajar junto a Botía. Eran 18 jugadores del primer equipo más nosotros dos, y solo iban convocados 18. No me esperaba estar convocado, pero me llamó por delante de Hleb. Fueron días inolvidables, y esa experiencia, a nivel deportivo, es la mejor que he podido vivir. Al llegar de la final también me di cuenta de todo lo que mueve el fútbol, al hacer la rúa y ver la cantidad de gente que había en las calles.

¿Crees que hubiera sido diferente tu carrera si te hubieran respetado más las lesiones?

Está claro que cuando más estaba progresando, en mi etapa de Cadete que empezaba a jugar con Juveniles, es cuando sufro mi primera lesión de rodilla. Me paró un poco pero volví muy bien. Luego fueron cuatro años entre primer equipo y filial, en los que iba entrenando con ambos. Además, con el filial conseguimos el ascenso y pudimos jugar en Segunda División, que es una muy buena categoría. Cuando llega el primer año de contrato con el primer equipo, con Tito Vilanova, en el primer partido de pretemporada me rompo la otra rodilla. En ese momento yo estaba en la rampa de salida del Barça, estaba a punto de salir al Ajax, y se frena todo por la lesión. Ahí ya me di cuenta que perdía la oportunidad de jugar en el Barça. Cuando volví, pude jugar 14 partidos seguidos con Eusebio en el B y tuve la oportunidad de poder marcharme a Inglaterra.

Muniesa abandona el club catalán tras 11 años para marcharse a la Premier / Reuters

¿Es difícil la salida de un club como el Barça, no?

El Barça a mí me lo ha dado todo, me ha permitido crecer desde los 10 años hasta los 21, pero llega un momento en que te das cuenta que tu tren ya ha pasado, aunque yo ya había cumplido mi sueño. Ahora hay muchos chavales jóvenes que reciben ofertas y se van, pero yo ni me lo pensé, porque yo quería jugar en el Barça. En mi caso estaba Pep, que apostaba y daba oportunidades a la gente de abajo. Subimos 10 o 15 jugadores de las mismas edades y debutamos la mayoría. Es cierto que me ofrecieron renovar en el Barça B dos años más, pero creía que era el momento de un cambio.

Abandonas el club y firmas por el Stoke City. ¿Cómo surge la oportunidad de poder ir a la Premier?

Nunca había pensado en jugar en la Premier, porque siempre hablan de centrales altos y yo soy otro tipo de central. Cuando llegué, empecé a jugar más de lateral, fue un cambio brutal, llegué a ganar hasta 8kg a base de gimnasio. Allí es otro tipo de fútbol pero que me sirvió para completar algo que no tenía y para entender el fútbol de otra manera. Entendí que tú puedes ser válido para jugar en el Barça pero también te tienes que adaptar a cuando sales de allí. Los primeros meses fueron difíciles. No tenía continuidad pero acabé jugando la mitad de los partidos, así que fue una experiencia brutal.

Allí coincidiste con Mark Hughes, leyenda del fútbol inglés. ¿Ha sido una de las personas que más te ha marcado a nivel futbolístico?

Sin duda, quitando tanto a Pep como a Luis Enrique. Mark Hughes me dio a entender otro tipo de fútbol, otra cultura que me sirviera a añadir a todo lo que ya o podía aportar al equipo.

Tras 4 años allí decides volver a Girona. ¿Fue una decisión tomada antes de que el Girona ascendiera a Primera o después?

Un mes antes de ascender, Quique Cárcel contacta con nosotros para decirnos que me quiere en el proyecto de Primera División en el caso de que se suba. Al final el Girona subió, yo tampoco tenía mucha continuidad en Inglaterra, y al tener el primer hijo también queríamos volver a España. Tuvimos la suerte de que Quique confiara en nosotros y nos diera la oportunidad para volver al Girona, el primer año en calidad de cedido y el segundo traspasado.

Llegas a Girona con un proyecto más que consolidado, como es el de Pablo Machín, y que se materializa con una excelente temporada. ¿Cuál crees que fue la clave del éxito?

Creo que era el modelo de Pablo y que la mayoría de jugadores venían con él de Segunda División. Además tu veías el hambre de ese equipo, que deseaba jugar en primera y te contagiaban con esas ganas. Las cosas iban saliendo, hubo incluso un momento en el que estuvimos cerca de entrar en puestos de Europa y quizá al final fue un poco frustrante porque nos quedamos cerca. Fueron más de 50 puntos, una grandísima campaña. A nivel de estrategia, tanto el míster como Jordi Guerrero la trabajaban muy bien y fuimos el mejor equipo de las grandes ligas a balón parado.

En el verano en el que se desciende de categoría, acabas rescindiendo contrato. ¿Fue, una vez más, una decisión difícil marcharte de Girona, como lo fue en su momento abandonar el Barcelona?

Está clarísimo, fue difícil. En ningún momento tenía la intención de salir, pero cuando se dio la ocasión tuvimos que meditarlo bien y hablarlo con la familia. Fue difícil hablarlo con Quique, porque fue él quien nos dio la oportunidad. También es verdad que nos fuimos traspasados, y es un dinero que el Girona se llevó, pero siguió siendo complicado, en este caso de la que es tu casa de verdad. Es cierto que nos quedamos con 37 puntos, cuando el año anterior con 30 puntos ya estabas salvado. Fue un año que la salvación estuvo cara, y lo acabamos pagando por la irregularidad que tuvimos en el último tramo de temporada.

Para terminar, algunas preguntas más rápidas. ¿Cuál es el mejor jugador con el que has jugado, sin contar a Messi?

En los entrenos tu veías a Xavi, Iniesta y Busquets en las posesiones, que tu les pasabas un melón y ellos al primer toque te la dejaban preparada para hacer lo que quisieras. Para mí estos tres jugadores. A nivel de calidad y de técnica...era algo espectacular.

¿El mejor entrenador con el que has estado?

Por todo lo que conlleva y lo que comporta, para mi Guardiola. Él me dio la oportunidad, al igual que Luis Enrique, pero con el primero que llegué a hacer todo eso fue con Pep, me sorprendió lo estudiado que tenía todo.

¿El estadio donde más te ha impactado jugar?

En España, quitando Camp Nou y Santiago Bernabéu, Mestalla me gustó muchísimo. En Inglaterra me quedo con Anfield, que fue donde debuté en una convocatoria.

¿El partido en el que has disfrutado más?

Junto al Liverpool en casa, que era la despedida de Gerrard. Ese partido lo ganamos 6 a 1, pero en el descanso íbamos 5-0. Además, a nivel de tensión, ganar al Madrid en Montilivi fue un punto de inflexión para todos nosotros.

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