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La pesadilla del Sunderland, desde dentro


El documental Sunderland 'Til I Die, muestra la debacle tras el descenso de la Premier / La Media Inglesa

Una derrota tras otra condenó al Sunderland al abismo en la Temporada 16/17 y, tras 10 años consecutivos en la Premier League, se consumó el descenso. Las sonrisas se convirtieron en lágrimas en el Stadium Of Light. Estrellas de la talla de Pickford o Defoe no habían conseguido mantener en la máxima categoría a este club de origen obrero.

El entrenador Sam Allardyce decidió irse al final de la 15/16 para entrenar la selección inglesa, lo que motivó la llegada de David Moyes al banquillo. Con un claro objetivo, cambiar la dinámica del club, que se había salvado por los pelos el año anterior mandando al descenso a su principal rival, el Newcastle.

Pero la temporada fue un desastre y el exentrenador de la Real Sociedad, entre otros, presentó su dimisión tras finalizar en el último puesto de la Premier, con tan solo 24 puntos. Además, por si fuera poco, se produjo el ascenso de sus vecinos a la máxima categoría.

Tras el descenso, solo quedaba mirar hacia arriba y planear bien su vuelta el año que viene, para que la segunda división tan solo fuera una categoría de paso. Con un presupuesto multimillonario, el club no tenía otra meta que estar compitiendo con los mejores clubes del país. La temporada 17/18 empezaba con un único y principal objetivo: salir de la Championship.

El proyecto era tan ilusionante que hasta Netflix se involucró e hizo una oferta para realizar un documental, para poder vivir desde dentro toda la historia del ascenso, enseñando a los aficionados al fútbol todos los entresijos del club y cómo es el día a día en una empresa de tales dimensiones.

  • El equipo de todos

Como es habitual en Reino Unido, la filosofía del follow your local team se impone en cada ciudad a lo largo de su territorio, por pequeña que sea. Sunderland no puede ser menos, una ciudad humilde que tuvo su máximo esplendor durante la revolución obrera.

No se podría entender la historia de este equipo sin hablar de su antagonista, el Newcastle, y el ‘Derbi de Tyne-Wear’ (condado donde se encuentran ambos, a tan solo 10 km). Es uno de los más bonitos de ver en la Premier ya que, además de su intensidad y el lleno en las gradas, sus enfrentamientos siempre son muy disputados. Tal es así que el bagaje general es de 53 victorias para Newcastle, 48 empates y 49 victorias para Sunderland.

Los ‘Black Cats’ (así se conoce al Sunderland) son un equipo histórico de la competición que hasta los años 90 alternaba altos y bajos. Su suerte cambió en 1997, construyó el Stadium Of Light y en 1999 subió a primera y consiguió encadenar 10 años consecutivos en la máxima categoría (08/18), hasta que descendieron a Championship.

La afición se cansó, habían perdido la admiración por el club de su ciudad y ya no se sentían identificados con ellos. Los jugadores que llegaban al club tampoco tenían ningún tipo de apego por los colores que representaban, eran simples mercenarios con la oportunidad de jugar en la mejor liga del mundo.

El dueño, Ellis Short, tampoco sentía el más mínimo cariño por los colores, y el multimillonario estadounidense se había cansado de aquel juguete que compró en 2008 cuando obtuvo la participación mayoritaria del club.

En sus primeros años dio un impulso económico al Sunderland nunca visto en la historia del club y empezaron a llegar los fichajes de renombre, incorporaron a jugadores como Anton Ferdinand (10.00M), Asamoah Gyan (16.00M) Lee Cattermole (7.00M) o Michael Turner (13.50M).

Ahora el club tan solo era una factura más a final de mes, por lo que las intenciones de vender del dueño debilitaban de manera directa la estructura del club.

  • Una debacle anunciada

La temporada en la máxima categoría no fue buena, pero es algo que puede pasar si no se hace bien el trabajo. El Sunderland era un barco a la deriva, fichajes y sueldos millonarios, instalaciones por encima de sus posibilidades, algo que debían remediar si querían permanecer tan solo un año en segunda.

Pero la temporada en la Championship no iba a ser mucho mejor que la anterior, el club debía deshacerse de los sueldos elevados y de los jugadores que ya no estaban motivados para continuar. Este era uno de los problemas para empezar la temporada: una plantilla corta, jugadores que querían abandonar el club y una política de fichajes extranjeros que no daba oportunidad a los canteranos.

La compra del club por parte de un nuevo dueño, Stewart Donald, tranquilizó un poco a los aficionados, ya que se puso manos a la obra en reducir la deuda y analizar los problemas de fondo de la plantilla para revertir la situación. Jugadores como McGeady, John O’Shea o Bryan Oviedo seguirían llevando el peso del equipo, que pese al descenso y las bajas, contaba con una plantilla de garantías.

Sin embargo, tras cinco entrenadores, Simon Grayson en primer lugar, los interinos Robbie Stockdale, Billy Mckinlay y finalmente Chris Coleman, la realidad superó a la ficción. Acabaron los últimos en la Championship y descendieron a League One, algo que ni los más pesimistas podían prever.

El destino fue cruel y el partido contra el Burton Albion fue el que certificó el descenso. Algo impensable para los aficionados del Sunderland que años atrás se reían de los del Newcastle con mensajes en redes sociales con una frase: “enjoy Burton away”, debido a la humildad de ese club. Tales fueron las burlas que cuando descendieron alguien alquiló una avioneta que sobrevoló Sant James Park para desearles un buen viaje a segunda. Con las ‘hurracas’ en la premier y su rival directo en tercera, las burlas y las citas al karma no se hicieron esperar.

  • La suerte les dio la espalda

Lo que iba a ser el resurgir del equipo se convirtió en una humillación pública en todo el mundo. La difusión que Netflix dio a la mala temporada del equipo propició la mofa de los aficionados a los que se enfrentaban en cada partido, que les cantaban: "te vimos llorar en Netflix”. Por si fuera poco, la temporada 18/19 también fue para olvidar: llegaron a la final de la Checkatrade Trophy y la perdieron contra el Portsmouth por penaltis.

Por el camino tuvieron que jugar contra el Newcastle sub-21, y su victoria contra ellos fue una de las pocas alegrías de la temporada. El club tuvo que deshacerse de jóvenes prometedores y de buenos futbolistas en el mercado de invierno ya que no podían pagar sus altos salarios en una categoría tan baja. Esto propició que Josh Maja, estrella del equipo, la joven promesa de la cantera y uno de los protagonistas del documental, acabara traspasado al Girondins De Burdeos.

Pese al fichaje del conocido delantero Will Grigg ese año quedaron 5º y remataron la desastrosa temporada perdiendo la final del playoff contra Charlton Athletic en el último minuto. La conclusión de la historia es bien clara, el Sunderland vendió la piel del oso antes de cazarlo y le salió el tiro por la culata, todo reflejado en 14 capítulos que debes ver si te gusta el futbol.

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