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“Ultras”, el controvertido retrato de los hinchas del Nápoles


Gabbiano (Daniele Vicorito) es uno de los líderes del grupo Apache / Netflix

Si hablamos de ultras, pensamos rápidamente en estereotipos. Peleas dentro y fuera de los estadios, seguidores violentos, insultos, amenazas, etc. Pero nos olvidamos de lo bonito, de la pasión, del color en las gradas, de la música. La primera secuencia “Ultras” (“Hinchas radicales” en la versión española), la primera obra cinematográfica del director Francesco Lettieri, es una auténtica maravilla. Jerarquía, tradición y amistad tras pocos segundos. Un grupo unido, ‘Apaches’, celebrando la boda de uno de sus integrantes, cuando llega nuestra gran protagonista, Sandro. Se encienden las primeras bengalas y se escucha el inconfundible Un giorno all’improvviso, mi innamorai di te…” .

Nunca es fácil enfrentarse a realizar un film sobre ultras. Todos los intentos anteriores han dado un resultado negativo, pobre o predecible, como fue el caso de “Ultrà” de Ricky Tognazzi. De hecho, representar personajes como estos no es difícil, sino más bien imposible. Esos matices, esa forma de ser tan característica y tan única hace que ellos mismos rechacen esta película. Y aparecieron pancartas en Nápoles atacando la obra. La crítica en Italia se dividió, y es ahí donde reside la valentía de Lettieri.


¡CUIDADO CON LOS SPOILERS!


Sandro (Aniello Arena), después de haber liderado durante toda su vida el grupo ‘Apaches’, decide dar un paso atrás. Es respetado por todos, a pesar de las diferencias generacionales. Su figura es rica en todo: en rabia, en amor, en amistad, pero sobretodo, lleno de compasión y sentimiento, como muestra con Angelo, con el que establece una relación especial después de que este último perdiera a su hermano Sasà en una pelea con el grupo, en la que también estaba Sandro. Ahí encontramos uno de los encontronazos más fuertes entre generaciones: ‘Mohicano’ (uno de los apodos que le dedican a Sandro) trata de proteger a Angelo, quiere evitar que el joven se convierta en lo que es él, o peor aún, que acabe como su hermano.


Con un Nápoles que se presenta líder a falta de solo 5 jornadas, el clímax de la aventura culminará en Roma, en la que el conjunto del sur de la península se podría proclamar campeón. En el transcurso de esas cinco fechas, los ‘Apaches’ tratan y consiguen viajar hasta Roma, a pesar de la suspensión que les prohibía presentarse en la capital. Allí, se producen enfrentamientos contra la policía, pero Angelo consigue salvar su vida. Salvado gracias a Sandro, que se sacrifica y muere por un disparo de la policía.

La muerte vuelve a ser elemento central. Y tal vez hablamos del punto clave de toda la historia. Para el espectador es un golpe durísimo. Por la carga emocional, por lo fácil que resulta empatizar con ‘Mohicano’, porque vuelven a perder a un miembro del grupo. Pero sobretodo resulta trascendental por la cantidad de voces que afirman las similitudes con el caso de Ciro Esposito, el seguidor napolitano brutalmente asesinado en Roma en el 2014, antes de la final de la Coppa Italia entre el Nápoles y la Fiorentina.

  • Ciro, el héroe

Ciro Esposito falleció dos meses después que Daniele De Santis le disparara hasta causarle la muerte. Sin duda fue uno de los hechos que ha marcado la historia reciente del futbol italiano, y que ahora, con el estreno de esta película ha vuelto a salir a debate. Antonella Leardi, la madre del fallecido, no dudó en pronunciarse: “Mi hijo está muerto por un acto deliberado de violencia. Y desde el momento de su muerte, toda mi familia ha difundido un mensaje de no-violencia que hemos compartido en la televisión, en actos, en los estadios y en las escuelas. Quiero que esto quede claro y, en la película, no aparece ninguno de estos mensajes”.

Lettieri es acusado de tratar la muerte muy superficialmente. Son muchos los que encuentran muchos puntos de conexión entre ambas muertes, la ficticia y la real. De igual manera se han encontrado similitudes con la muerte de Gabriele Sandri, hincha de la Lazio que fue asesinado por el agente de policía Luigi Spaccarotella. Y a pesar de la superficialidad, lo más importante es que ha otorgado visibilidad. No queremos mas Ciro, ni más Gabriele ni ninguno de todos los otros seguidores que mueren injustamente por seguir su propia pasión.

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