Un 4 de junio de 1982 se hacía oficial el fichaje de Diego Armando Maradona por el Fútbol Club Barcelona. Un joven que, con solo 21 años, ya era toda una institución en Argentina. España se convirtió en el primer país europeo en disfrutar del fútbol del ‘Pelusa’, que disputó 58 partidos y anotó 38 goles con el conjunto azulgrana. No obstante, las dos temporadas en el Camp Nou se vieron marcadas por una enfermedad en la primera, que le tuvo apartado durante 3 meses de los terrenos de juego, y una lesión de tobillo en la segunda, tras la brutal entrada de Goikoetxea, que también le privó de jugar durante el mismo periodo de tiempo.
En 1982 tuvieron lugar en España dos acontecimientos futbolísticos de repercusión a nivel internacional. Ese año se disputó el Mundial de España 82, la primera y única vez que se ha llevado a cabo en nuestro país. Pero nueve días antes de que se celebrara el partido inaugural, el Barça anunció el fichaje del ‘Genio del fútbol mundial’, como diría Victor Hugo Morales en la narración del antológico gol del argentino en México’86.
La llegada del ‘Pelusa’ al Camp Nou le convirtió en el jugador más caro de la historia en aquel momento. El Barça pagó por él 1000 millones de pesetas, lo que equivaldría actualmente a unos 6 millones de euros. Pero Maradona pudo venir a Barcelona cuatro años antes por mucho menos dinero. Josep Maria Minguella, exrepresentante de jugadores, recomendó su fichaje al entonces presidente recién llegado, Josep Lluís Núñez, después de verlo jugar en Argentinos Juniors cuando apenas comenzaba. Maradona tenía entonces 17 años, en 1978.
El club pasaba por un momento difícil, tanto económica como institucionalmente, y entonces decidieron no apostar por un jugador tan joven.
En 1980 llegó la primera oferta en firme por el futbolista argentino, que ya había sido campeón del mundo sub20 con Argentina en 1979 en Japón. El seleccionador era César Luís Menotti, el mismo que le descartó para el Mundial celebrado en su país en 1978 y que resultó ser el primer título de la ‘Albiceleste’. El acuerdo entre Maradona y FC Barcelona estaba cerrado, y el argentino se iba a marchar de Argentinos Juniors ese mismo año. Sin embargo, la dictadura militar que gobernaba en Argentina debía dar el visto bueno, y rechazaron la salida de Maradona porque querían que estuviera en Sudamérica hasta el Mundial del 82. El ‘Pelusa’ ya era toda una institución en el país con tan solo 19 años.
En 1981 se marchó cedido a Boca Juniors, donde empezó a colgarse el cartel de leyenda. Así, en 1982 la directiva del Barça, encabezada por Joan Gaspart y las negociaciones de Josep Maria Minguella, volvió a llegar a un acuerdo con el futbolista y con el club. Pero esta vez ya no eran 100.000 dólares, sino 1.000 millones de pesetas (unos 6 millones de euros) el precio del ‘10’. En unas declaraciones públicas con el paso de los años, Gaspart ha explicado que el día que cerraron el traspaso de Maradona tuvieron que ir y volver al aeropuerto de Buenos Aires en tanque porque la policía les comentó que podían sufrir un accidente. La magnitud que había alcanzado ya Maradona en Argentina a sus 21 años era tal que los aficionados estaban dispuestos a hacer lo que fuera necesario para retenerle.
La llegada de un Dios
Argentina fracasó en el Mundial del ‘Naranjito’. Pese al liderazgo de Maradona, la selección ‘Albiceleste’ cayó en segunda ronda, donde perdió ante Brasil e Italia, que se acabaron proclamando campeones. Pero esta gran decepción no privó al ‘10’ de empezar mostrando un gran rendimiento con la camiseta del FC Barcelona.
Sin embargo, Diego estuvo apartado de los terrenos de juego desde diciembre hasta marzo por una enfermedad. El parte oficial del conjunto catalán informó que se trataba de una hepatitis, pero la rumorología de la época comentaba que podría haber contraído una enfermedad venérea fruto de los malos hábitos que estaba empezando a adoptar en Barcelona.
Cuando volvió en el mes de marzo, su equipo ya estaba eliminado de la Recopa de Europa. Además, el mítico entrenador Udo Lattek, con el que no mantenía una gran relación, había sido destituido. Su sustituto fue César Luis Menotti, con quien se había proclamado campeón del mundo sub20 en 1979. La primera temporada de Maradona terminó con dos títulos, la Copa del Rey y la Copa de la Liga, ambos ganados frente al Real Madrid.
Una segunda temporada para el olvido
Diego comenzó su segundo año en Can Barça de la peor manera posible. En la cuarta jornada de Liga frente al Athletic en el Camp Nou, tras la brutal y famosa entrada de Goikoetxea, Maradona se fracturó el tobillo. Fue operado de inmediato, pero los peores presagios auguraban que podría estar hasta seis meses de baja. No obstante, la intensa recuperación que llevó a cabo en Argentina le permitió recortar los plazos a la mitad, y al cabo de tres meses volvió a vestirse de corto.
La temporada transcurrió sin pena ni gloria, Maradona jugó solo 16 encuentros y anotó 11 goles. Pero el Barça consiguió llegar de nuevo a la final de la Copa del Rey. La famosa Final de Copa de 1984 frente al Athletic, que era el principal dominador del fútbol español en esa época con dos títulos de liga consecutivos. El resultado fue 1-0 favorable a los vascos, pero el marcador resultó ser lo de menos. Aquella final terminó manchada por la brutal batalla campal entre los jugadores de los dos equipos que terminó con duras sanciones para algunos de los futbolistas. Entre ellos Maradona, que recibió una sanción de 3 meses sin poder jugar.
El adiós de Diego
Hay varias versiones de los factores que provocaron la marcha de Maradona de Barcelona. Sin duda, uno de ellos fue la intención del presidente, Josep Lluís Núñez, de poner a la venta al argentino. Cuando Diego se enteró, según apunta Josep Maria Minguella, no quiso continuar más en Can Barça.
La relación distante con la directiva, los dos años difíciles sin continuidad en los terrenos de juego y la gran oferta que el Nápoles puso sobre la mesa motivaron la salida de Maradona de Barcelona rumbo al sur de Italia. Allí llegó como un auténtico Dios, y lo que pasó en los años siguientes es historia y leyenda de este deporte.
La etapa de Diego Armando Maradona en el Camp Nou se saldó con unos buenos números, 38 goles en 58 partidos, pero con la sensación en el entorno azulgrana con el paso de los años de no haber disfrutado del mejor jugador de la historia del fútbol hasta la llegada de su compatriota, un tal Leo Messi, que no se si conoceréis.