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Un Clásico con pocos alicientes, pero un Clásico


El Clásico se jugará mañana a las 16:00 / Guatemala .com

Mañana a las 16 horas en el Camp Nou arranca el partido más emocionante de la temporada para muchos y muchas. Quizá uno de los más esperados también por la trascendencia que tiene más allá de las fronteras de la Liga Santander. De hecho, el horario del partido dice mucho de esta importancia que tiene ya no solo a nivel de aficionados, sino también de derechos televisivos. Millones de personas disfrutarán en directo de este espectáculo, esta vez todos desde sus casas y con el Camp Nou vacío un día más.

El partido no es de los más atractivos en la historia de los clásicos por muchas razones. En el ámbito extradeportivo, la pandemia evitará que este partido se viva como los anteriores. Un Clásico con el Camp Nou (en este caso) vacío va a ser frío, como mínimo. Y en lo deportivo la cosa no mejora mucho. El partido llega en la jornada 7, quizá demasiado temprano para algunos y más si tenemos en cuenta que el Real Madrid llega con 5 partidos disputados y el Barcelona lo hace con 4. A nivel de juego tampoco llega ninguno de los dos en el mejor momento posible. Ambos conjuntos patinaron en la jornada previa. El equipo de Zidane se dejó los 3 puntos contra el Cádiz en Valdebebas, mientras que el Barça pagó los errores en ataque contra el Getafe y acabó perdiendo con otro 1-0.

No entraremos en debate de quién llega peor. Es cierto que el Madrid dio “peor” imagen que el Barça en su partido de la jornada anterior. Es cierto también que el Madrid no tiene el bálsamo de la victoria en la Champions contra un rival claramente inferior. Los blancos generan poquísimas ocasiones en ataque y llegan sin revulsivos que ofrezcan un nivel decente. Tanto Jovic como Rodrygo desperdician las oportunidades que les brinda el técnico galo. Parece que solo Benzema sea el que puede tirar del carro y aunque está rindiendo a un gran nivel, no es suficiente para ganar los partidos.

En Barcelona, el conjunto de Koeman no está tampoco para tirar cohetes. Tras los dos primeros partidos, el barcelonismo estaba tan ilusionado que ya se veía campeón de la liga y claro candidato a ganar la Champions. No obstante, tan solo ha conseguido 1 punto de los últimos 6 posibles, sin apenas ideas en ataque y sufriendo en defensa, recordando al nivel mostrado la temporada pasada. La única diferencia es que el Barça ha marcado 5 goles en su estreno europeo, aunque no hay que dejar que este partido sirva como guía. En resumen: podríamos decir que tanto Madrid como Barça llegan faltos de actitud a este partido.

  • Diferencias respecto al año pasado

A priori, el Barça llega al Clásico con un equipo “nuevo”. El rejuvenecimiento de la plantilla culé ha sido notable respecto de la campaña pasada. Es uno de los grandes europeos con la media de edad más baja, aspecto que necesitaba después de la actuación del pasado curso. Está claro que los azulgranas tienen mejor equipo en cuanto a futuro, pero la cuestión es: ¿el equipo ahora mismo es mejor que el del año pasado? Cada uno que saque sus propias conclusiones.

A todo esto, hay que sumar que ambos equipos llegan con bajas notables. El Madrid sigue sin poder contar con Hazard, Carvajal, Odriozola, Ödegaard y Mariano. Ramos apurará para llegar, aunque no lo hará al 100% después de perderse el partido de liga de campeones contra el Shakhtar Donetsk. El Barça sigue sin poder contar con Ter-Stegen, que finalmente no pudo llegar al clásico tal y como se comentó en un principio. Alba y Roberto no llegan tampoco en su mejor estado de forma, después de salir de una lesión y acabar tocado el miércoles respectivamente.

Sin embargo, como hemos podido comprobar en anteriores ediciones de este match, el tópico de “cada partido es un mundo” se cumple a la perfección, tanto para bien como para mal. Los jugadores saben a quien tienen en frente y la rivalidad más que histórica que existe entorno a los dos equipos.


  • Un estreno en la Champions completamente diferente


Tanto Madrid como Barça se han estrenado esta semana en la máxima competición europea, pero con diferente resultado y sobre todo imagen. El Barça goleó a un Ferencváros húngaro muy flojo en su debut en Champions. Cinco goles le endosó el equipo de Messi y compañía en un partido que podría ser trampa. El Barça no mostró un nivel mucho más lúcido que el de los anteriores precedentes ligueros ante Getafe y Sevilla. El nivel del rival sí que era notoriamente inferior. El rival mostró muchos espacios, mucha fragilidad defensiva y poca participación (aunque peligrosas) en ataque. Esto ayudó a un Barça con pocas ideas y poco movimiento a encarrilar un partido que desatascó el crack argentino con una jugada marca de la casa. La nota positiva del partido fueron las irrupciones de Trincão, Pedri y un Dembélé al que se le vio descarado e inspirado. Todo esto con Griezmann en el banquillo.

El Madrid, por otro lado, dejó una imagen desastrosa en su primer partido. Un Shakhtar lleno de bajas, salió a jugar con el equipo juvenil casi. Aun así, los ucranianos pusieron en apuros a los blancos, llegando al descanso con un vergonzoso 0-3. El Madrid intentó reponerse en la segunda mitad, pero no fue suficiente. Los merengues solo han ganado un partido de los últimos siete como locales en la Champions. La actitud de los blancos fue pésima, tanto que muchos jugadores e incluso Zidane, salieron retratados a la espera del resultado de mañana. Personalmente, tampoco veo al Barça con la capacidad de golear a este Madrid, pero si lo consigue, la imagen del entrenador francés quedaría muy tocada.


  • Partido distinto


Entre el nivel de los equipos, los problemas sanitarios que han invadido por completo ya no solo al mundo del futbol, sino a la vida en general y otros factores que ya hemos comentado, no se espera un partido espectacular como sí pasaba en años anteriores. Quizá era por la buena dinámica de los equipos, los puntos que los separaban en la clasificación, la altura del campeonato o la polémica que rodeaba el partido antes, durante y después, dentro y fuera del campo. Atrás quedaron los duelos Messi-Cristiano o Guardiola-Mourinho en las ruedas de prensa y como los añoramos algunos.

A pesar de todos estos condicionantes, no cabe ninguna duda de que estaremos pegados a los televisores desde la previa para seguir uno de los mayores espectáculos deportivos del mundo. Al fin y al cabo, un Clásico es un Clásico.

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