Sevilla es una ciudad que te atrapa, cuyas calles y monumentos nunca te cansas de visitar ni tampoco de descubrir sus rincones. Pero por encima de todo posee algo valiosísimo y de lo que muy pocas ciudades en España pueden presumir: el derbi entre Real Betis y Sevilla FC. Y es que El Gran Derbi, como lo llaman los dos equipos, es uno de los mejores enfrentamientos que se pueden vivir a nivel español, por supuesto, y me atrevería a decir que también a nivel europeo. Es la esencia del fútbol en su máxima expresión. Una rivalidad eterna, en una ciudad más eterna todavía. Porque en Sevilla lo primero que te preguntan no es cómo te llamas, sino ¿de qué equipo eres, del Betis o del Sevilla?
“Sevilla tiene un color especial”, cantaban Los del Río en 1991, un año antes de que la ciudad cambiara para siempre y se situara en el mapa a nivel internacional. En 1992 tuvieron lugar en la ciudad dos acontecimientos que marcaron un antes y un después. Ese año se celebró la Exposición Internacional en la capital andaluza, un evento que modificó urbanísticamente la ciudad y atrajo a miles de visitantes. Además, en el panorama futbolístico, Diego Armando Maradona llegó al Sevilla FC tras casi 2 años de sanción por su positivo en un control antidopaje. Ambos sucesos catapultaron a Sevilla a la élite mediática y provocaron que muchas miradas estuvieran puestas allí durante algunos meses.
Una felicidad a medias
Vuelve la Liga, y lo hace por la puerta grande, con uno de los mejores partidos que se puede ver en nuestro país. Pero esta vez será completamente diferente, por varios motivos. En primer lugar, en lo que se refiere al juego, no importan las rachas de ambos equipos o el nivel mostrado en los partidos previos. Eso ya es lo habitual cuando se habla de un derbi, pero este jueves toma una dimensión distinta, ya que después de más de 90 días sin disputar ni un partido, se convierte en toda una utopía saber qué rendimiento pueden mostrar las dos plantillas.
En segundo lugar, un factor absolutamente diferencial: no habrá afición en las gradas. Uno de los aspectos que ha convertido a lo largo de los años al Gran Derbi en uno de los más especiales es, sin duda, el ambiente que crean ambas aficiones, tanto dentro como fuera del estadio. El enfrentamiento entre Betis y Sevilla va mucho más allá de los 90 minutos que dura el encuentro. La previa del partido siguiente se empieza a preparar ya en cuanto el colegiado ha señalado el final del encuentro en el último derbi. Así se vive la rivalidad entre los dos conjuntos sevillanos, durante todo el año.
No obstante, este derbi tocará disfrutarlo, o sufrirlo, más que nunca, a través de las pantallas de las teles. Esta vez quienes jugarán en casa serán los aficionados, y no el equipo local. Como reza el himno del conjunto verdiblanco, “estamos apiñados como balas de cañón”, tocará estar juntos pero desde casa. Con amigos, con familia, o con desconocidos, en un ambiente muy distinto al que se viviría en las gradas del Ramón Sánchez Pizjuán, donde va a tener lugar el partido. Pero en Sevilla se respirará fútbol en todos sus rincones, de eso no cabe duda.
Dos finales de temporada con objetivos distintos
Los dos equipos afrontan el final de la temporada de dos maneras muy distintas. El Real Betis se encuentra actualmente en tierra de nadie. El objetivo a principio de temporada era clasificarse para la Europa League. De hecho, la plantilla está confeccionada para ello. Sin embargo, la irregularidad mostrada durante toda la temporada, la fragilidad defensiva y la falta de gol han provocado que sea todo un milagro que el conjunto verdiblanco pueda conseguir un puesto para la próxima Europa League. De hecho, actualmente se encuentran en 12ª posición, a 9 puntos del Valencia que ocupa el séptimo puesto que daría el pase a la previa de la competición.
El reto que se le presenta al conjunto de Rubi es mayúsculo, pero las declaraciones públicas del equipo mantienen todavía viva esa esperanza entre la afición bética. Para ello, todo pasa por empezar ganando desde el primer día, y eso implica ganar en el Pizjuán.
Por su parte, el Sevilla de Julen Lopetegui está en una situación completamente distinta. Tercero en la tabla, el objetivo principal del conjunto sevillista es conseguir la clasificación para la Champions League de la temporada. Pero la batalla por el tercer y cuarto puesto se presenta apasionante. Entre el Sevilla y el Valencia únicamente hay 5 puntos entre las cinco posiciones, en los que están el conjunto hispalense, la Real Sociedad, el Getafe, el Atlético de Madrid, y el conjunto ché.
Los enfrentamientos ligueros de las últimas cinco campañas demuestran que el Sevilla ha dominado el derbi en los últimos años. El conjunto hispalense ha obtenido 5 victorias, por los 2 triunfos del Betis, y 2 empates. De hecho, en el partido de ida también ganó el equipo de Lopetegui por 1-2 en el Benito Villamarín, en un encuentro en el que Luuk De Jong anotó su gol más importante con el Sevilla, y prácticamente el único en toda la campaña. El encuentro de la temporada pasada en el coliseo sevillista, por su parte, terminó también con triunfo para los locales con un marcador de 3-2.
Pero un derbi es un derbi, y en Sevilla ese tópico adquiere una mayor dimensión. Este jueves a las 22:00h se volverá a poner en marcha la Liga. El balón rodará por el césped del Sánchez Pizjuán y la ciudad se parará por completo hasta el final del encuentro. La Giralda “presumirá orgullosa” de volver a vivir ambiente de derbi en sus calles y observará con atención, desde lo alto de su torre, como esta vez los aficionados no estarán “apiñados como balas de cañón” en el retorno a Sevilla de la pasión por el fútbol.