Vuelve el fútbol. Los niños sonríen. Y los padres. Y los abuelos. Todos sonreímos. Vuelven los fines de semana de palomitas, sofá y el balón rodando por el verde, ese ‘zapping’ eterno hasta encontrar el partido atractivo de la sobremesa, ese pelearte por hacerte con el preciado mando a distancia. Vale oro. Regresa la magia del fútbol en Alemania y aquí, como no podía ser de otra manera, la recibiremos con los brazos abiertos. Habrán derruido el muro amarillo del Signal Iduna Park, el de Berlín volverá a ‘reconstruirse’ para neutralizar a los aficionados, que no podrán ver a su Union Berlin enfrentarse al todopoderoso Bayern. Sin aficionados es menos fútbol, pero habrá que acostumbrarse porque la pelota va a empezar ya a rodar en uno de los campeonatos más atractivos que nos quedan.
No es casualidad que equipos como Leipzig o Bayern hayan barrido a Tottenham y Chelsea en los octavos de final de la Champions League. La Bundesliga, a veces descuidada por el foco mediático, está en crecimiento y arde en este tramo final de la temporada. Todos los equipos se la juegan y la jornada 26, la que da el pistoletazo de salida a la vuelta del fútbol, tendrá en el derbi de la cuenca del Ruhr el gran partidazo. Si en cualquier derbi da igual cómo lleguen los equipos, imagínense después de toda esta pandemia. Será el derbi más importante en la historia reciente de Alemania. Dortmund contra Schalke por el dominio del Ruhr. A los ‘borussers’ no les queda otra que ganar. Después de decir adiós a la Champions antes de que el coronavirus lo inundara todo, a los de Favre tan solo les queda la bala de la Bundesliga para lograr un título este año, en el que han logrado reunir una generación de talento joven que difícilmente podrán retener. En ella destacan, por encima del resto, Haaland y Sancho.
Una dupla de oro
El noruego ha dinamitado Alemania desde su llegada. 12 goles en 10 partidos han sido la carta de presentación del ‘9’ más prometedor de Europa. Junto a él está un tal Jadon Sancho que se ha aburrido de dar asistencias este año y cuyo futuro pasa por Inglaterra a corto o medio plazo. Esta es una ocasión única para el Dortmund de intentar asaltar un título que se tiñe de rojo bávaro año tras año. Esta vez, el Bayern ya no anda tan sobrado y la pelea llegará hasta las últimas jornadas, con RB Leipzig y Mönchengladbach con opciones todavía de entrar en la puja. Pero centrémonos primero en este Dortmund. Los de Favre llegan tocados al derbi. Todo lo tocados y más que se puede llegar después de dos meses sin competir. Pero este equipo aún lo ve todo más cuesta arriba. Witsel, Can y Reus, el centro del campo titular, están fuera por lesión mientras que Sancho arrastra molestias. Bajas capitales para medirse a un Schalke que tiene la obligación de asentar esa sexta plaza que pelea con Wolfsburgo, Friburgo y Hoffenheim.
El Dortmund-Schalke en el SIgnal Iduna Park abrirá la jornada, pero también lo hará el RB Leipzig, que se medirá en el Red Bull Arena al Friburgo, una de las grandes sorpresas positivas esta temporada junto al Colonia, que está arrasando en esta segunda vuelta con ocho victorias en los últimos once partidos. Los de Nagelsmann han perdido la marcha de crucero del inicio pero este parón puede haberles venido bien para volver a ser un equipo ganador. Están a cinco puntos del liderato y tiene opciones más que claras todavía. El cuarto en discordia, el Mönchengladbach, cerrará la jornada del sábado (18:30 horas) con su duelo ante el Eintracht en Frankfurt. Los ‘potros’, después de unas semanas de apatía fuera de casa, llevan dos duelos consecutivos logrando la victoria y esperan mantener la racha para no perder de vista al gran líder, el Bayern.
La furia bávara
Los bávaros defienden corona y liderato en este sprint final de temporada. Nadie estaba a su nivel cuando llegó el parón, donde habían logrado ser líderes con puño de hierro, remontando en una temporada que parecía destinada al fracaso, siendo el peor Bayern de toda la historia en Bundesliga. Llegó Flick, Davies y Alaba tiraron del carro atrás, Thiago y Kimmich se hicieron con el centro del campo, la dupla Lewandowski-Gnabry cogió galones y el equipo voló, tanto en Bundesliga como en Champions. En Stamford Bridge todavía duele. Es el gran favorito para llevarse la Bundesliga. Si mantienen el rendimiento de antes del parón, serán campeones.
Por la parte baja de la tabla, Fortuna Düsseldorf, Werder Bremen y Paderborn parecen destinados a pelear por la única plaza de salvación. El Mainz está a 8 puntos del descenso aunque este nuevo contexto puede ofrecer demasiadas sorpresas.
Da igual quién llegara bien, el coronavirus nos ha ofrecido otra temporada distinta dentro de la misma. Da igual todo. Quedan jornadas todavía para decidir el campeón, los equipos de Champions, los que van a Europa League y los que bajan a Bundesliga II. Ahora esperemos que la pandemia se comporte y el fútbol gane. Queremos que el balón ruede por el verde, lejos de los fríos despachos. No habrá aficionados ni periodistas en los estadios, sí. Pero esta jornada y esta batalla la jugamos todos. El fútbol contra el maldito coronavirus